El Reino Unido comunicó hoy 113 muertes por coronavirus en hospitales, residencias y domicilios, hasta un total de 38.489 fallecidos desde que comenzó la pandemia, y detectó 1.936 nuevos contagios de coronavirus.

En 24 horas, se han llevado a cabo 115.725 test para detectar la enfermedad, hasta un total de 4.285.738 pruebas diagnósticas hasta ahora, según los datos divulgados por el Ministerio de Salud.

El sistema sanitario británico ha alcanzado además la capacidad de realizar más de 200.000 test diarios si es necesario, incluidas 40.000 pruebas de anticuerpos, detalló el ministro de Salud, Matt Hancock.

"Hemos juntado a las mejores mentes entre los funcionarios británicos, el sistema público de salud, las universidades, la comunidad científica, las fuerzas armadas y empresas del sector privado" para alcanzar "este increíble logro", dijo Hancock en un comunicado.

El Gobierno ha confirmado asimismo que desde este lunes reabrirán en Inglaterra las escuelas primarias, aunque solo asistirán a case niños de tres cursos, con medidas especiales para limitar el número de alumnos por aula y mantener la distancia social.

A partir de este lunes también podrán reunirse hasta seis personas de distintos domicilios en Inglaterra, aunque siempre al aire libre y dejando dos metros de distancia entre ellas.

El ministro de Comunidades británico, Robert Jenrick, anunció hoy en una rueda de prensa que cerca de 2,5 millones de personas clasificadas como especialmente vulnerables al coronavirus, por su edad o por enfermedades previas, podrán comenzar a salir de casa a partir de mañana.

"Ahora que hemos pasado el pico y la transmisión en la comunidad se ha reducido significativamente, creemos que el riesgo para esas personas que estaban aisladas es menor, como lo es proporcionalmente para la población general", afirmó Jenrick.

Diversos expertos que pertenecen a grupos asesores científicos del Gobierno británico han alertado en las últimas horas que levantar el confinamiento de manera prematura aumenta el riesgo de un repunte de casos.

Dada esta situación y ante las nuevas aperturas, el Gobierno británico ha llamado a la calma y asegurado que podría imponer medidas geográficas específicas para combatir el coronavirus, como la entrada en cuarentena de ciudades concretas si este alivio repercute en un incremento de los contagios.

Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que cuentan con competencias para marcar su propio ritmo en la desescalada, se han desmarcado de la hoja de ruta establecida por el primer ministro británico, Boris Johnson, y no reabrirán escuelas por ahora, aunque sí relajarán medidas de distancia social esta semana.