na vez adentrados en el proceso de desescalada, los navarros gozan ya en la segunda fase de privilegios que hace tan solo unas semanas parecían impensables, como puede ser el poder visitar a familiares o tomar una cerveza fresquita en una terraza. De esta manera, han comenzado también las medidas de alivio en el sector de la dependencia en la Comunidad Foral con la apertura del centro de día de Ademna (Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra), en Ansoáin, el centro de atención a la discapacidad Las Hayas, en Egüés, o los distintos centros de Aspace (atención apersonas con parálisis cerebral y/o alteraciones afines). A pesar de que no hayan recuperado su actividad presencial por completo y estén sumergidos en un proceso de adaptación a la excepcionalidad de la situación que vivimos, los centros esperan recuperar su ritmo habitual en las próximas semanas hasta llegar al 100% en verano, cuando permanecerán abiertos.

Nuevas circunstancias, nuevas posibilidades

"Las videollamadas han ayudado a romper el confinamiento"

Ademna, la Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra, que antes del inicio de la crisis sanitaria atendía en su centro de Ansoáin a 19 personas en un horario de 10.30 a 17.30 horas, ya se ha puesto manos a la obra para acelerar una "vuelta a la normalidad", eso sí, siguiendo todos los protocolos de seguridad, y ha reabierto su centro de día en el que en estos momentos ya atiende a 17 usuarios con la previsión de que la totalidad de ellos se reincorporen en las próximas semanas.

A pesar de que la pandemia del coronavirus obligara a cerrar el centro de día, desde Ademna desplegaron "un trabajo muy importante de atención virtual durante las primeras semanas y en el propio domicilio posteriormente", según explicó el director del centro, Josean Villanueva Oyarzun, para añadir que hay usuarios que tenían más normalizado el uso de tecnologías de comunicación, aunque otros requirieran el apoyo personal en sus domicilios. En todo caso, "las videoconferencias han logrado unir a las personas usuarias entre ellas y con el equipo de profesionales del centro", subrayó Villanueva quien aseguró que "ha habido momentos muy emotivos en los que después de mucho tiempo se han vuelto a ver y comunicar entre ellos. Ha sido una manera de romper en cierta medida el confinamiento de personas que lo viven, si cabe, con mucha más crudeza", valoró.

Aunque la mayoría de usuarios ya estén siendo atendidos de forma presencial en el centro de día, Villanueva admitió que "es cierto existen familias y personas usuarias que presentan temor ante una situación tan incierta como la que estamos viviendo" y es que se trata de un grupo "muy vulnerable" en el que muchos usuarios presentan" una situación de inmunodeficiencia por los tratamientos farmacológicos que tienen, complicaciones respiratorias o patologías asociadas", explicó. Para Villanueva, "es normal que hasta que no vean una situación más clara y que los indicadores de contagio alcancen unos datos más optimistas, sean reacias a salir a la calle e incorporarse a su dinámica habitual", aunque aseguró que el centro es estricto en cuanto a "los protocolos de seguridad para evitar contagios como son la obligación de mantener distancias, el uso de mascarillas y otros elementos de protección".

Este aspecto, el de habituarse a "un nuevo entorno más hospitalizado", es una mayores dificultades que subraya el director de Ademna, y es que dichos protocolos de seguridad complican la gestión de algunas actividades como las salidas al exterior, algo que no se recuperará hasta alcanzar la "normalidad" que Villanueva espera que vaya llegando paulatinamente. De esta manera, y con un empuje optimista, asegura que "lo importante es adaptarse a las circunstancias teniendo siempre claro que es posible buscar alternativas. Esta situación la hemos tomado como una posibilidad nueva de crecimiento como recurso y como personas", aseguró.

En esta línea, Ademna seguirá ofreciendo las mismas terapias que hasta el momento, aunque adaptadas a las directrices sanitarias en cuanto a distanciamiento y uso de elementos de protección, algo que obligará a hacer ciertos cambios ante los cuales se buscaran alternativas originales. Tras el "parón" de los centros de día debido al coronavirus, a Villanueva le preocupa que la afectación física de los usuarios vaya a ser "importante", y es que "la inactividad pasa factura en este tipo de enfermedades neurológicas y degenerativas", según explicó. Por ello, "va a ser necesaria una atención psicológica más intensa. Emocionalmente el confinamiento nos pasa factura a toda la población, pero en la mayoría de los casos de personas con discapacidad y dependencia, esto se acentúa. Son personas que no han salido en varias semanas de sus casas, no han tenido la posibilidad de salir a comprar el pan o el periódico y algunas de ellas incluso no han podido salir apenas a respirar aire del exterior", subrayó. Así, Ademna ha convertido en su misión "trabajar intensamente para que los usuarios se sientan bien, en un entorno seguro y que interactúen entre ellos y con sus profesionales".

Teletareas para seguir activos

"Un enfoque importante será el apoyo emocional"

Aspace Navarra, que tiene como misión mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral o alteraciones afines y de sus familias y que cuenta con cinco centros en la Comunidad Foral, retoma poco a poco su normalidad asistencial con la reapertura de su centro de día Ramón y Cajal -que vuelve a prestar atención presencial a 19 residentes adultos-, el Colegio de Educación Especial Virgen de Orreaga -que el próximo lunes ya atenderá a 15 de los 20 alumnos de edades comprometidas entre los 3 y los 21 años, y a otros 5 niños residentes-, los dos en Zizur, y su servicio de atención temprana y rehabilitación método Petö, en Iturrama -que atiende a 15 de los 17 niños habituales y a 7 de los 20 adultos que atendían antes de la pandemia del coronavirus-.

Aunque la imposibilidad de realizar las actividades de forma presencial haya dificultado el proceso de atención de algunos de los centros de Aspace, los usuarios han seguido siendo atendidos diariamente por las trabajadoras sociales que "han dedicado su jornada de teletrabajo para ponerse en contacto con las familias que estaban en casa y ver qué necesidades tenían y en qué les podíamos apoyar", según explicó María José Aliaga, directora de Aspace, quien añadió que desde la asociación han enviado a las familias diversos "vídeos con actividades para hacer fisioterapia, actividades de ejercicio físico, de estimulación cognitiva y de estimulación multisensorial" y demás teletareas "para que permanecieran activos durante el confinamiento". Asimismo, conscientes de la inquietud que pudieran tener las familias en cuanto a la afectación de la pandemia, desde Aspace las mantenido informadas los siete días de la semana acerca de la situación de las residencias, mandándoles fotos y vídeos de las actividades que realizaban a través de WhatsApp y también de videollamadas, especialmente con "aquellos usuarios que echaban más de menos a sus compañeros de residencia con los hemos intentado hacer también videollamadas con ellos". Por otra parte, el servicio de rehabilitación no ha dejado de funcionar estos últimos meses ya que "se ha acudido a domicilios a realizar terapias a las personas más afectadas que lo han requerido", siempre guardando las medidas preventivas.

Precisamente, que los usuarios interioricen las medidas de seguridad será uno de los retos a los que se enfrentan ahora los profesionales que, según Aliaga, cuentan con la ventaja de conocer los protocolos de higiene y prevención frente al covid-19 "de pe a pa" ya que la mayoría de ellos "ha estado apoyando estas semanas en algunas de las residencias más afectadas". En esta línea, otro de los ejes fundamentales será el apoyo emocional frente a los "posibles miedos ante la vuelta y reencuentro con amigos", explicó la directora.

Ahora, con los esfuerzos puestos en crear una nueva realidad estable, Aspace se encuentra con dos grandes límites: el espacio físico de los centros y el ratio de los profesionales. Para paliar estas dificultades, los grupos con los que trabajarán los profesionales se verán necesariamente reducidos para garantizar las distancias y minimizar el riesgo de contagios, algo que puede "ralentizar y encarecer el servicio al necesitar más personal de apoyo".

La vuelta a la normalidad con nuevos protocolos y actividades

"El trabajo se retomará según las capacidades de cada usuario"Será mañana lunes cuando abra sus puertas el centro de día del Centro de Atención Integral a la Discapacidad Las Hayas. Dicho servicio, que antes de la crisis sanitaria atendía 45 usuarios con discapacidad intelectual entre las 10.00 y las 17.00, retomará su actividad en dos tandas de hasta 28 personas, debido a que las dimensiones de espacio necesarios en el centro para asegurar la distancia de seguridad no permiten albergar a más personas.

En esos dos turnos volverán todos los usuarios, porque según explicó Iñaki Asensio, director territorial de DomusVi en Navarra, empresa gestora del centro, "salvo en alguna familia" en general no existen reticencias para volver al recinto. Aún así expresó que si esta vuelta se produjera un mes antes igual "hubiera habido más reticencias", pero ahora "la gente está más tranquila".

Durante el confinamiento los usuarios del centro de día de las Hayas no han podido acudir a las instalaciones para realizar las actividades y terapias habituales de su día a día, pero la trabajadora social del centro les ha estado llamando "para ver si necesitaban material de apoyo", manifestó. En este aspecto, Asensio puntualizó que a pesar de que los usuarios recibieron unas pautas para seguir sus tratamientos terapéuticos en sus casas, al tratarse de un confinamiento "bastante estricto, tampoco había muchas posibilidades" de seguir con esas pautas en sus hogares.

En cuanto al trabajo que se realizará a partir de mañana lunes, Asensio explicó que lo primero van a observar en que situación se encuentran los usuarios. En concreto subrayó que "lo que hay que ver ahora es en qué estado llega después del confinamiento la gente que tiene algún problema conductual asociado". Sobre estos usuarios, aclaró que antes de la crisis sanitaria, estaban ya "muy centrados y con unas pautas muy claras", y después de estar dos meses en su casa en condiciones de aislamiento, lo importante es observar en qué punto se encuentran en la actualidad.

Por otro lado, explicó que el trabajo se retomará "según las capacidades y características del usuario". Los usuarios del centro de día en general acuden al centro para trabajar sus "habilidades para la vida diaria", es decir, para "maximizar las capacidades que ellos tengan", aclaró. Sobre las posibles ejercicios o terapias que se puedan realizar a partir de ahora, Asensio subrayó que el abanico de actividades que ahora mismo se pueden hacer "está muy reducido".

Antes de la crisis sanitaria, los usuarios hacían musicoterapia, arteterapia, y e iban a la piscina adaptada. Debido a las restricciones para evitar la propagación del coronavirus, son actividades que en estos momentos son complicados de realizar. Por ello, Asensio destacó que los ejercicios que se van a realizar a partir de ahora tendrán que ser "más lúdicas" y que se realizarán "dentro del centro" o en el caso de realizarse en el exterior serán "pequeños paseos por la comunidad".

Estas nuevas actividades serán adaptadas a nuevas normas y protocolos que afectarán al día a día. Este cambio de rutina supondrá un reto para los usuarios y en este aspecto Asensio destacó que el mayor reto que tiene el centro en estos momentos es adaptar los protocolos a "a la realidad de estos chicos". A este respecto incidió en lo complejo que resulta hacer entender a los usuarios la importancia de seguir los protocolos sanitarios. Este tipo de pautas "son complicadas de llevar a cabo", confesó y añadió que los protocolos se van a seguir y "se va a intentar que se cumplan dentro de las capacidades de cada uno". Los usuarios del centro de día de las Hayas se irán adaptando paulatinamente a la nueva realidad como el resto de los navarros, ya que este servicio permanecerá activo en verano, porque se trata de un centro que ofrece este servicio durante 248 días al año.

"Es importante adaptarse a las circunstancias sabiendo que se pueden buscar alternativas"

Director de Ademna

"Se ha acudido a domicilios a realizar terapias a las personas más afectadas"

Directora de Aspace

"Se va a intentar que los protocolos se cumplan dentro de las capacidades de cada usuario"

Director territorial de Domusivi