a Enfermería cuida y los médicos curan, pero si previamente no les has comprado la cama, el respirador, le has hecho la instalación, les garantizas que funciona el oxígeno, los timbres€ Yo digo que somos comparsa o facilitadores, porque tenemos que preparar la instalación para que eso funcione. En el centro de consultas externas, por ejemplo, cuando lo habilitamos como zona de tránsito y metimos a los pacientes tenían que estar con la puerta cerrada y, para ello, necesitaban timbres. Lo dijeron un jueves, llamamos a una empresa en Madrid, mandamos un taxi y el sábado a la mañana estaba montado". Con esta anécdota, José Mari Redín Garcés, jefe de Infraestructuras del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), apunta una de las muchas maravillas que han tenido que hacer para hacer frente al bicho. Y es que, como añade Iñaki Echeverría Lecumberri, jefe de la sección de Aprovisionamiento del Complejo, "hay unas unidades que no son asistenciales, que no son sanitarias -las que ambos lideran, pero también limpieza, lencería, transporte exterior, alimentación...-, pero que su intervención es fundamental para que todo lo demás funcione". También en esta crisis sanitaria global.

Como explica Redín, la sección de Infraestructuras, con tres unidades de mantenimiento y la oficina técnica, se encarga de que "todo funcione: el mantenimiento, tanto el equipamiento general, los edificios, como la parte electromédica, que es importante, y luego de la parte de compras; nosotros ejecutamos los planes de inversiones". Así, durante la pandemia han tenido que ir "adaptando el hospital a las necesidades que iban llegando, tanto en hospitalización, como en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI)", cambiando incluso la estructura del centro. De hecho, llegaron a utilizar hasta 13 plantas con 445 camas -la máxima ocupación fueron 300- para covid-19 de las 26 que tiene el CHN. Una "difícil" operación, en palabras del responsable, porque están teniendo que "adaptarse" y preparar todas las plantas, tanto las destinadas a pacientes afectados por el coronavirus como las que no, teniendo en cuenta además que "cada planta y cada especialidad tiene una condición" y, por tanto, requiere de modificaciones, reformas y traslados. Para esto último, contaron con la unidad de exteriores de Servicios Generales.

Pablo Bueno frente al carrusel o equipo de almacenamiento inteligente.

Para estimar cuántas camas de hospitalización y de UCI debían ir preparando para las semanas siguientes, disponían de unas curvas de predicción que manejaban la Universidad Pública de Navarra y Navarrabiomed que les permitían prever los posibles escenarios. "Cuando empieza esto, todo el mundo estaba pidiendo camas a fabricantes, respiradores y monitores", apunta Redín. En el caso del CHN, el problema de las camas se resolvió porque "tuvimos la suerte de que estábamos en un proceso de reposición en el antiguo Virgen del Camino. Tenemos un acuerdo marco y cada año cambiamos ciento y pico camas". En vez de tirarlas, se usaron para este fin solventando la situación, porque "la mayoría de los centros ha pedido camas, nosotros incluidos, y han llegado cuando la curva ha empezado a bajar; no es que ahora no las necesites, sino que las necesitas menos".

En esta línea, prosigue Redín, justo "habíamos cambiado una central de neonatos con 28 monitores que funcionaban" y, como había que reconvertir una Unidad de Reanimación Postanestésica (URPA) en una UCI no covid, para lo cual se necesitaban monitores, "ya los teníamos". Y, en cuanto a los respiradores, en el Complejo "teníamos 79 para todo y nos entraron 15 de Medtronic, que esos son los que nos han dado vida. Todos los demás, que vinieron luego, los tenemos almacenados. No los hemos usado y si hay una epidemia estarán funcionando, pero tenemos 125 respiradores de momento sin desembalar", aunque por poco tiempo, ya que deben enchufarlos para mantenerlos en perfecto uso. Este stock responde principalmente al acuerdo que llegó el Ministerio de Sanidad con una empresa española para la fabricación de estos aparatos y por el cual Ingesa ha remitido a la Comunidad Foral "109 respiradores", que, como señala Redín, "gracias a Dios no han hecho falta". No obstante, al inicio también contaron con la colaboración de SOS Navarra, de Cruz Roja, que les llevó 15 respiradores de traslado, o del Hospital San Juan de Dios, que les cedió seis aparatos con seis mesas de anestesia, además de que empresas y profesionales se pusieron a su disposición.

Así, la sección de Infraestructuras del CHN -con la cooperación de técnicos de los servicios centrales de Osasunbidea- ha comprado 278 camas, 31 camillas, 74 colchones antiescaras, cuatro monitores para la UCI, una máquina ECMO valorada en 84.700 €, tres equipos de rayos portátiles, 404 pulsioxímetros, 39 respiradores, termómetros, frigoríficos€ En total, ha destinado 2.237.000 € en materiales de inversiones covid y 150.000 € en mantenimiento, que "básicamente son caudalímetros", los cuales permiten regular el oxígeno que recibe el paciente. Además, entre las muchas actuaciones que han llevando a cabo estos días, destaca el montaje del laboratorio de bioseguridad -ya previsto con anterioridad- o la instalación de las tomas de gases de oxígeno en las tres plantas del edificio de consultas externas "por si un día es necesario un hospital de campaña. Qué mejor que un sitio que tiene 106 habitaciones con puerta, con un lavabo y con oxígeno puesto; como comprenderá, mucho mejor que el Ifema", asegura.

En esta ardua labor de readaptar el Complejo, las 99 personas que forman parte de la sección de Infraestructuras, tanto de mantenimiento como de la oficina técnica -de las cuales 18 son de dos empresas subcontratatadas: una de electromedicina y otra de aire acondicionado-, han mostrado una "total disposición", cambiando los turnos de trabajo y creando dos equipos.

José Mari Redín e Iñaki Echeverría destacan la implicación del personal de las unidades no sanitarias.

gran dedicación del personal

De 100.000 mascarillas quirúrgicas al mes, a 600.000

Iñaki Echeverría reitera que una de las cosas que más le ha sorprendido es "la disposición del personal para intentar tirar del carro y que la situación saliese adelante" sin expresar queja ninguna, por lo que manifiesta su agradecimiento. En su caso, la plantilla de 55 empleados de la sección de Aprovisionamiento se reforzó con media docena de personas. Pasaron de tener un horario de mañana a trabajar de 7.00 a 19.00 horas, sábados, domingos y festivos incluidos y librando sólo un día a la semana. Esta sección, explica su responsable, compra y almacena todo el material y luego lo distribuye. Así, mientras el servicio que dirige Redín adquiere "el material que no es fungible, desde una mesa hasta un equipo de rayos", el de Echeverría hace lo mismo con "todo aquel material que es desechable, de usar y tirar, desde el rollo de papel higiénico -cuyas dificultades de abastecimiento también sufrieron-, hasta el lápiz, pasando por un catéter".

Echeverría recuerda que "en enero nos pusimos a hacer una provisión de compra de materiales y adquirimos aquellos que en ese momento entendíamos que eran los críticos: batas, guantes, mascarillas y tal para un periodo de seis meses", si bien entonces ya había carencia de algunos elementos, pero "con ese tirón de la compra inicial que se hizo hemos podido salir un poco adelante con las necesidades. Sí que en algún momento hemos tenido carencias de algún material, tipo mascarillas o algún equipo de protección, pero siempre se les ha dado una alternativa". En este sentido, señala que "en los servicios críticos, en UCI, en Microbiología, en zonas de hospital de día como Oncología, que necesitan equipos de protección para su actividad diaria, nunca les ha faltado y luego, bien es cierto, que en algunas plantas al principio hubo alguna serie de problemas, pero no es que no hubiera, sino que se limitaba un poco el uso" porque "no había abundancia". No obstante, "todo el mundo estábamos comprando el mismo material a los mismos fabricantes, que no daban abasto". Unos productos que antes de introducirlos por primera vez en el circuito del hospital pasan al servicio de Prevención de Riesgos Laborales para comprobar que "cumplen la normativa".

El jefe de la sección menciona, por ejemplo, que compraron 100.000 batas, que "en periodo normal las hubiéramos utilizado hasta octubre", pero "en dos meses se acabaron". Asimismo, "si normalmente se usaban 100.000 mascarillas quirúrgicas al mes, estamos utilizando una media de 600.000. Y si habitualmente utilizamos 300.000 guantes de nitrilo de la talla M mensuales, el mes pasado usamos 1.500.000, con lo cual tienes que tener cinco almacenes como el que tienes y eso estás hablando de un guante de una medida, pero necesitas todas las tallas, más las batas de las correspondientes tallas€ Es una locura", afirma, y añade, al respecto, que "hemos tenido que trabajar desde la noche al día, todo el mundo a tope", porque "ahora estamos todo el día abasteciendo". Por ello, prosigue, Aprovisionamiento ha solicitado que "se habilite un almacén pulmón para guardar los materiales estratégicos y poder trabajar con más soltura en el almacén actual, teniendo stocks de seguridad adecuados". Considera la propuesta, que "está en estudio", "una necesidad imperiosa" que "si se puede hacer antes del verano, mejor" para tener una capacidad de reacción más rápida en el caso de que se produzca un rebrote. Como sostiene este responsable del CHN, "lo que nos ocupa en estos momentos es intentar pasar lo que falta y organizarnos para lo que pueda venir", ya que ahora "estamos en pleno proceso de prepararnos para los próximos meses y de tener suficiente capacidad para poder otra vez afrontar esto". De algunos materiales críticos, como mascarillas de todo tipo, batas, buzos, gafas, guantes, señala que tienen garantizado el suministro para "por lo menos seis meses". De hecho, hasta abril invirtieron 5.763.065 € en material sanitario por covid. El almacén de material fungible sanitario, ya de por sí saturado porque se construyó para dar servicio al Hospital de Navarra y abastece, además de a todo el Complejo, Conde Oliveto, San Martín y los CASSYR, ha tenido que crecer estos días "ocupando diversos sótanos del hospital, espacios del psicogeriátrico en la Txantrea, en diferentes almacenes". Una situación que, apunta, "dificulta la logística" y genera "un estrés importante".

Por ello, incide en que "necesitaríamos un nuevo almacén accesible que diese soporte a todas estas necesidades para que tuviésemos una remesa de materiales y de equipamiento en stock de manera que cuando ocurra una situación similar podamos echar mano de ello inmediatamente. Poder hacer las compras a más largo plazo, a un año vista, siempre teniendo en cuenta las caducidades y todas estas cosas, pero para que en un momento dado podamos responder inmediatamente". Una nave, según estimaron, de unos 2.500 m2 para guardar tanto el material fungible sanitario como el equipamiento (camas, respiradores...).

Como concluye Redín, si hubiera una segunda oleada "ahora estamos adiestrados. En este momento tendríamos camas, respiradores, mesillas y de todo para poner nuevamente todas las plantas de hospitalización en marcha". Cuando a Echeverría se le pregunta qué ha aprendido de la experiencia, responde que "la capacidad de trabajo de la gente", pero también que "siempre te faltan cosas, que no tienes espacio suficiente, que necesitas estar mejor aprovisionado de materiales, que por mucho que pienses nunca puedes estar preparado para todo lo que te pueda venir, pero que necesitas más capacidad de respuesta". Por eso, reitera la necesidad de "buscar un almacén pulmón". Ambos destacan la dedicación de las unidades no asistenciales para que el engranaje del sistema sanitario funcione. Porque, sentencia Mila Larráyoz, "somos como invisibles; pero hacemos que todo sea posible".

Cómo conseguir 310 mesillas. ¿Cómo compras 310 mesas de apoyo para las habitaciones covid cuando está todo cerrado? El CHN sacó a cuatro carpinterías del confinamiento y las puso a trabajar.

"Siempre ha habido EPIS". Según Echeverría, "siempre ha habido equipos de protección, lo que no había era abundancia. Hemos estado muy agobiados de que iba a llegar la semana que viene y se nos iba a acabar el stock y hemos tenido que remover Roma con Santiago para poder adquirir más; ha sido muy estresante".

De algunos materiales críticos, como mascarillas, batas, buzos, gafas, guantes, tienen garantizado suministro para por lo menos seis meses

Aprovisionamiento del CHN ha solicitado que se habilite "un almacén pulmón para guardar los materiales estratégicos"