l mensaje principal con el que nos hemos quedado es que, pese al malestar generado por salir de la residencia y lo precipitada que fue la salida, siempre hemos pensado la gran labor que estábamos haciendo pudiendo ceder las instalaciones a personas que estaban en una situación mucho peor que la nuestra. Ese es el mayor acto de solidaridad que han podido hacer las personas residentes de Félix Garrido cediendo su casa estos dos meses y medio", explicaba ayer la directora, Silvia Mateo.

Dejaron las instalaciones de un día para otro, el 27 de marzo, para ofrecer su espacio a 73 personas de otros centros que padecían coronavirus pero no necesitaban hospitalización (41 procedentes de residencias para personas con discapacidad, 23 de residencias para mayores, 5 de residencias de comunidades religiosas y 4 de centros hospitalarios). Setenta y cinco días después, las y los 25 residentes de Félix Garrido, centro ubicado en Sarriguren, se mostraban "contentos de poder volver" desde su estancia provisional en el Hotel Reino de Navarra. Una vez recibieron el alta epidemiológica, los 73 pacientes trasladados durante la parte más dura de la pandemia volvieron a sus centros de origen. Tras unos días de reacondicionamiento y limpieza, ayer se materializó el regreso, también del equipo de siete profesionales que han seguido prestando su apoyo diario en estos dos meses de estancia en el hotel.

La residencia Félix Garrido atiende de modo integral a personas con trastorno mental grave, por lo que "los traslados repentinos y la quiebra de las rutinas supone una perturbación que las personas residentes han sabido sobrellevar bien", sostuvo la directora. "En general -relató- se han adaptado bien a esta situación. Ha habido a quien le ha parecido muy bien el factor novedad de estar en un gran hotel como éste; y otras personas que echaban de menos algunas de las actividades que facilita la residencia".

El equipo de terapeutas, educadores y resto de profesionales ha tenido que adaptar las actividades ordinarias a nuevos espacios comunes y atender otras eventualidades que se han presentado como la información a las familias, que durante el confinamiento no han podido realizar visitas, o colaborar en las vídeollamadas para mantener el contacto durante estas 10 semanas, para lo cual han contado con el apoyo de los profesionales del Programa de Rehabilitación Psico-Social. Con el regreso a su actividad residencial habitual en Félix Garrido, se cierran todos los recursos intermedios habilitados por Derechos Sociales como alojamiento para personas vulnerables con positivo.

"En general, las personas residentes se han adaptado bien a esta situación"

Directora del centro Félix Garrido