El departamento de Cohesión Territorial ha invertido en los dos últimos mes 520.000 euros en diversas actuaciones que tienen como objeto aumentar la seguridad vial en la N-121-A, en la que próximamente se van a instalar 6 cámaras de seguridad dentro de un proyecto piloto de inteligencia artificial.

A través de inteligencia artificial, se pretende chequear la carretera y poder observar en tiempo real y a posteriori la actuación y conductas de los vehículos, explica el Ejecutivo que indica que cruzar factores como la velocidad, trayectoria, climatología y otros datos ayudará a obtener mejor información para adoptar futuras medidas que posibiliten reducir la accidentalidad.

Entre las actuaciones llevadas a cabo en estos meses figura la reposición completa de la señalización horizontal en el eje y en los laterales a lo largo de los 62,87 kilómetros de longitud de la vía y el pintado de la línea continua que prohíbe los adelantamientos en los cinco tramos en los que hasta ahora estaban permitidos los adelantamientos invadiendo el sentido contrario de circulación.

Se trata de 3,36 kilómetros, que representan el 5,34 % de la longitud de la vía, según el Gobierno que indica que, además, con objeto de dotar de una mayor homogeneidad a la señalización horizontal, ambos sentidos de circulación se han separado por una doble línea continua.

Así, a partir de ahora únicamente se permiten los adelantamientos en los tramos que cuentan con doble carril en el sentido de la marcha y que representan un 58,61% de la longitud total de la vía.

Asimismo, desde la dirección general de Obras Públicas e Infraestructuras se está completando el fresado y reposición de firme en varios tramos de la N-121-A con objeto de mejorar el coeficiente de rozamiento y la regularidad de la carretera.

Al mismo tiempo se continúa avanzando en el proyecto de conversión de la N-121-A en una vía 2+1. Está previsto que en los próximos días se proceda a la aprobación provisional de los proyectos constructivos de los tramos 1 y 2 y se sometan al trámite de información pública a efectos de bienes y derechos y posteriormente, se llevaría a cabo la aprobación definitiva y se licitarían las obras de estos dos tramos.

Al respecto el Gobierno recuerda que se trata de una solución testada internacionalmente que presenta ventajas como la supresión al 100 % de los adelantamientos con circulación en sentido contrario sin perjudicar a la velocidad media de recorrido, la reducción de forma muy significativa el riesgo de colisión frontal o que no produce un gran efecto llamada para el tráfico pesado.

Diferentes estudios internacionales apuntan que la accidentalidad que se produce en las vías 2+1 es semejante a la de las autopistas.

Según datos de Policía Foral sobre la accidentalidad de vehículos pesados en la N-121-A y en la AP15/A15 (desde el kilómetro 83 hasta la muga con Gipuzkoa) entre 2014 y 2019, el 8,7 % de los accidentes que se han producido en la AP15/A-15 han tenido la implicación de camiones. En la N-121-A el porcentaje es del 13 %, siendo además más peligrosa esta vía atendiendo a la gravedad del resultado de los accidentes registrados.

Según los datos de Aforos de la Red de Carreteras de Navarra, en 2019 la N-121-A registró una intensidad media diaria (IMD) de 10.276 vehículos, 2.880 de ellos pesados. En relación a la AP15/A15 la IMD fue de 19.239/15.095, de los cuales 4.335/2130 fueron vehículos pesados.

Entre el 1 de junio y el 1 de noviembre de 2018, con motivo de las obras de acondicionamiento de los túneles de Belate y Almandoz, el tráfico pesado de la N-121A fue desviado a través de la carretera AP15/A15, lo que supuso un aumento del tráfico que, según la Policía Foral, no llevó a un repunte del número de accidentes en los que estuvieran implicados camiones.