egún Ion Salgado, en naiz.eus, el martes día 2 y desde Gasteiz, “Iturgaiz carga contra el 8-M, sin mascarilla y sin guardar las distancias”. El líder derechista había vuelto: “El candidato a lehendakari de la coalición formada por PP y Ciudadanos ha cargado contra el Gobierno español por las declaraciones de la ministra de Igualdad, y ha asegurado que las manifestaciones del 8-M eran un foco de infección. Es curioso que haya realizado estas declaraciones sin mascarilla y sin guardar las distancias de seguridad”.

Bueno, quizá no resulte algo tan sorprendente. Sí sorprende, sin embargo, el presente económico en pleno 2020, pues naiz.eus presentaba el día anterior una noticia demoledora: “La Comisión de Reconstrucción del Congreso ha recibido este lunes a representantes de la Red Europea contra la Pobreza, Cáritas y Intermón Oxfam. Han mostrado el drama que viven muchas personas en el Estado español por la pobreza y la exclusión social. Un 30% de las personas en pobreza severa cuenta con un empleo, son trabajadores pobres”.

Tampoco sorprende el titular del artículo que, ese día 2, contenía otras noticias inquietantes en Deia: “El PNV solicitará una ‘aclaración’ a Sánchez por su acuerdo ‘confuso’ con Cs y espera que no contradiga lo pactado con ellos”. “Andoni Ortuzar dice que, ‘depende de cómo se lea’, parece que se vuelve ‘a la situación previa en la que hay mando único para todo otra vez”, recordaba el diario vizcaíno.

“En una entrevista concedida a Telecinco, recogida por Europa Press, Ortuzar ha confiado en que el acuerdo con Cs respete el acuerdo con los jeltzales, que sea ‘la última prórroga”, añadía el trabajo. ¿Vuelve el pasado feroz? ¿Qué hay de las celebraciones del pijerío por los viejos tiempos? En realidad, ya han comenzado: “Los recortes, la derivación de fondos y deterioro del sistema público de salud. Estas son las principales causas del continuado aumento de la privatización de la sanidad en España durante los últimos años, previos a la extensión del coronavirus, tal y como asegura un informe publicado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP)”, aseguraba en Público Reyes Monforte el viernes 5.

El titular del artículo habla por sí solo: “La pandemia no frena el plan de privatización del PP en la sanidad y educación madrileña”. Pero los pijos y las pijas de Madrid no son los únicos afortunados y su fortuna puede crecer en sospechosas condiciones, lo cual no impedía a la presidenta de la Comunidad de Madrid adjudicar a Pablo Iglesias la medalla de “indigno” frente a todas las cámaras televisivas el lunes día 8. Por ello e igualmente en Público, Jorge O. Maldonado resumía la situación ese mismo día de la siguiente manera: “Acorralada por una gestión bajo sospecha y negligente, Ayuso, apoyada por Vox, ha hecho todo lo posible por eludir su responsabilidad y por buscar un chivo expiatorio. El Gobierno madrileño ha optado por la vía más fácil: negar cualquier intencionalidad y achacarlo todo a ‘un error”.

Dos días más tarde, Maldonado añadía en el mismo medio que “la derecha del PP y la ultraderecha de Vox han recurrido cada vez más” a la omnipresente “comparecencia del 19 de marzo, que han utilizado como excusa para tapar sus carencias señalando públicamente a Iglesias y repitiendo todas las veces que haga falta la falsedad de que el vicepresidente es el único responsable de la gestión de las residencias de ancianos en España. Pero en realidad, siempre han sido las comunidades autónomas las responsables de dicha gestión, incluso durante el estado de alarma. Ningún documento oficial ni ninguna orden del Gobierno han establecido lo contrario”.

Finalmente, el jueves 11 Vozpópuli (al igual que otros muchos medios) se hacía eco de la nueva estrategia comunicativa de la derecha viral: “La vicesecretaria de Política Social del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha asegurado este jueves que es ‘preocupante’ que el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, indicase en el Congreso de los Diputados que España se encuentra en medio de una ‘crisis constituyente’. Por ello, ha preguntado al Gobierno si ‘está redactando una nueva’ carta magna”.

¿Volverán a mandar las suposiciones en el informativo diario? ¿Volverán las celebraciones pijas por los viejos tiempos? Yo ahí lo dejo…