- Más de un centenar de personas formaron ayer en Pamplona una cadena humana para defender los derechos de las personas refugiadas, denunciar las injusticias que sufren los migrantes y reclamar la derogación de la Ley de Extranjería.

La movilización tuvo lugar ante el monumento al encierro con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, con una cadena humana que se desplegó a lo largo de la avenida Carlos III, que coreó consignas en defensa de la igualdad y los derechos de la población migrante, y con una pancarta con el lema Seamos refugio.

El acto quiso hacer reflexionar a la población sobre el confinamiento vivido durante el estado de alarma y el que viven las personas migrantes en los Centros de Internamiento de Extranjeros, las fronteras, los campos de concentración o los pisos patera.

En representación de SOS Racismo, Beatriz Villahizan, denunció que “la doctrina migratoria de las políticas se ha basado en el control, cierre y externalización de fronteras y eso convierte en papel mojado cualquier otra ley de asilo y protección internacional que se pretenda poner en marcha”.

En Navarra, señaló, la situación de las personas extranjeras “depende mucho de su situación socioeconómica y las prestaciones sociales y programas a los que tengan acceso”, pero a pesar de esto “el 95% de ellas cae en algún momento en la irregularidad porque no son protegidos ni asilados y caen en al Ley de Extranjería”. Por ello, pidió al Gobierno foral que “exija donde tiene que exigir, que es en el Estado y en Bruselas, que se deroguen las leyes de extranjería porque no cabe tener una legislación diferente según tu origen o tu situación socioeconómica”. Esta reivindicación, indicó, “se une a la de exigir una regularización, el derecho fundamental que tienen todas las personas a poder vivir y tener acceso en igualdad de condiciones a los derechos fundamentales” y, para eso, “es obligatorio tener un permiso de residencia, trabajo y una situación jurídica regular”.

El portavoz de la Caravana Abriendo Fronteras e Iruñea Ciudad de Acogida, David Sánchez, señaló que la pandemia ha dificultado aún más a situación de estas personas.