Urdazubi, y el barrio comercial de Dantxarinea, comenzaron ayer a palpar la nueva normalidad en su actividad, una nueva normalidad muy esperada por la mayoría de sus habitantes, muchos de ellos en ERTE hasta la semana pasada, por la falta de clientes en sus negocios. Durante los últimos días han estado preparándose para acoger a miles de clientes, en definitiva, para volver a la normalidad. Normalidad diferente, nueva, pues el aforo de los comercios ha cambiado, y también los protocolos de actuación, con geles hidroalcohólicos, mascarillas, y distancias de seguridad. El de ayer fue "un día raro", comentaban varios trabajadores, pues hace más de tres meses que no trabajaban como antes, y además estaban pendientes de los aforos y las medidas sanitarias.

Desde que se instauró el estado de alarma y tras el cierre de las fronteras, en el pueblo de Urdazubi ha reinado la tranquilidad y el silencio, hasta ayer. Por un lado, esa tranquilidad y ese silencio han sido muy bien acogidos por sus habitantes, pero por otro lado, durante más de tres meses han echado en falta a los visitantes, no en vano, un gran porcentaje de los habitantes de este pequeño pueblo de Xareta trabaja en el sector servicios, en el comercio, en la hostelería y en el sector turístico. Muestra de ello, es que en Urdazubi, que cuenta con alrededor de 350 habitantes, trabajan más de 500 personas durante todo el año, y más de 600 en la época estival. La mayoría de estos puestos de trabajo están ligados a las ventas de Dantxarinea, barrio de Urdazubi, que acoge grandes superficies comerciales donde miles de personas acuden cada día a comprar. Según comenta Txomin Iribarren, presidente de la Asociación de Comerciantes de Dantxarinea, "aproximadamente el 97% de nuestros clientes es de Iparralde", por lo que desde el cierre de las fronteras la actividad en Dantxarinea ha sido prácticamente nula. La gente acude a Dantxarinea y a Urdazubi y Zugarramurdi a pasar el día, no solo a comprar, "nosotros ofrecemos un pack", comenta Iribarren, miles de personas llegan a Dantxarinea a abastecerse de tabaco, gasolina, comida, bebida, ropa y complementos de todo tipo, atraídos por la gran diferencia de precios respecto al estado francés, y también por la amplia oferta de los comercios de Dantxarinea, pero además de ello, también disfrutan de la gastronomía local, "los domingos, por ejemplo, podemos dar más de 2.000 comidas", apunta Iribarren. Iribarren se mostraba contento por volver a recibir a los clientes, pero mandaba un mensaje de tranquilidad y de prudencia, "no queremos volver a vivir lo de estos últimos meses, han sido meses duros, pero parece que ha llegado un poco de claridad. Espero que poco a poco se vaya recuperando la actividad, debemos hacer todo lo que está en nuestras manos para hacer bien las cosas", apuntaba.

Por otra parte, son muchos también los que acuden a visitar los pueblos de Urdazubi y Zugarramurdi, a visitar las cuevas de ambos pueblos, el Museo de las Brujas de Zugarramurdi, el molino de Urdazubi, o el claustro del que fuera Monasterio Premostratense de Urdazubi, un lugar lleno de historia. Iñaki Ariztia, alcalde de Urdazubi, se mostraba "muy contento" ayer, porque "el pueblo está volviendo a la normalidad". "Teníamos un poco de miedo, porque el primer día podía ser un poco caótico", comentaba Ariztia, por eso, desde primera hora de la mañana el Ayuntamiento, la Guardia Civil y la Policía Nacional estaban preparados para controlar, sobre todo, el complejo comercial de Dantxarinea, cerciorándose de que las medidas de seguridad se cumplían. Según Ariztia la jornada transcurrió con normalidad, "a primera hora, se formaron colas a las puertas de los estancos, pero sin producirse ningún incidente". En el pueblo también se notó la apertura de fronteras, con muchos visitantes tanto en la cueva de Ikaburua, abierta el fin de semana pasado, como en los bares y restaurantes, no solo visitantes de Iparralde, también de muchos puntos de Euskal Herria, aprovechando el espléndido día de ayer.

"Han sido meses duros, pero parece que poco a poco recuperaremos la normalidad"

Pdte de la Asociación de Comerciantes