- El Departamento de Educación del Gobierno de Navarra busca minimizar el contacto entre el alumnado de cara al inicio del curso escolar que se dará entre los días 4 y 7 de septiembre y, para ello, aplicará el Protocolo de Prevención y Organización de la Actividad Educativa del Gobierno foral que está basado en un sistema de sectores bloqueables -compuesto por un determinado personal entre empleados y alumnado, y unos espacios concretos-, que en la situación más restrictiva serán incomunicables entre sí, aunque su permeabilidad puede ir aumentando en función del estado epidemiológico de la pandemia del covid-19.

De esta manera, el objetivo del sistema de sectores bloqueables es zonificar tanto las personas como el espacio que ocupan, a modo de grupos burbuja, de tal manera que, ante la aparición de un brote, se pueden adoptar las medidas que determine la autoridad sanitaria en ese sector concreto, mientras que los demás sectores sigan funcionando "bajo un sistema de vigilancia".

El sentido primero del protocolo -que Educación envió el lunes a última hora a los centros navarros- se basa en limitar el flujo de personas y el intercambio de aulas dentro del sector, por lo que priorizará que sean los docentes quienes acudan a las aulas de referencia del alumnado -especialmente en el caso del profesorado especialista-. En esta línea, excepto en los grupos estables de convivencia de Infantil y hasta 4º de Primaria, cada alumno tendrá designado un puesto escolar fijo tanto en el aula ordinaria como en las aulas de desdoble y específicas a fin de facilitar el rastreo de posibles contactos estrechos.

En cuanto a la etapa de Educación Infantil y hasta cuarto curso de Primaria, se entiende como grupo estable de convivencia el compuesto por el alumnado -hasta un máximo de 25 personas- y el equipo docente que lo atiende y que está prácticamente aislado del resto de grupos del centro educativo. En este caso, el movimiento dentro del aula en estos ciclos es libre sin tener que cumplir la restricción de la separación interpersonal de 1,5 metros ni el uso de mascarilla. La interacción de estos grupos con el resto de alumnos y alumnas se limitará al máximo, especialmente en los espacios comunes como el patio o el comedor al que accederán por turnos y contarán con un espacio determinado -también se podrán usar las aulas para comer si se cree conveniente-.

Esta organización, gracias a la que el alumnado dentro del aula puede interactuar, puntualiza el protocolo, "permite continuar en gran medida con el desarrollo de las nuevas metodologías basadas en el trabajo cooperativo y colaborativo".

Educación habla en su protocolo sobre las y los docentes que van de aula en aula, o del aula al despacho, como "los vectores de contaminación que pueden dispersar el virus por todos los sectores", por lo que contempla evitar al máximo sus desplazamientos por el centro.

Por ello, el departamento cree conveniente que cada persona, bien sea docente, o estudiante, disponga de un sitio en la medida de lo posible y de su propio material de trabajo de uso personal. Asimismo, cuando varios sectores deban utilizar los mismos accesos -entrada, pasillos, escaleras...- habrán de hacerlo de manera escalonada para evitar las aglomeraciones y el paso simultáneo en zonas comunes.

El plan del Gobierno contempla como norma general la disposición de las aulas y la ratio alumno o alumna por aula que se determinarán de manera que se respete la distancia mínima interpersonal de 1,5 m y, para esto, concreta una superficie mínima de 2,25 m2 por estudiante.

Este criterio se traduce en que la capacidad de las aulas dependerá del tamaño de las mismas, pudiendo haber grupos de hasta 25 alumnos o alumnas en Educación Primaria e Infantil, 30 en Secundaria y 33 en Bachillerato si la superficie del aula lo permite.

El departamento exige asimismo a los centros de todo Navarra que desarrollen un plan de atención digital ante el posible clausura de las aulas en caso de que la situación de la pandemia empeore.

Así, en el caso de que las autoridades ordenen el cierre total de los centros educativos y se proceda a la suspensión total de la docencia presencial, a comienzo de curso, los equipos directivos deberán articular un plan de atención digital no presencial, para una asegurar una comunicación óptima entre centros, alumnado y familias ante este escenario.