El Gobierno de Navarra está estudiando el endurecimiento del régimen sancionador por incumplimiento de las medidas establecidas ante la COVID-19, especialmente de las conductas "irresponsables" que generan "más situaciones de riesgo" como son los botellones.

Así lo ha avanzado en rueda de prensa el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo, Javier Remírez, quien ha comentado que están reflexionando en este sentido ante la evolución de la pandemia, con un crecimiento sostenido de los contagios.

Aunque todavía falta concreción, ha apuntado que se trabaja también a nivel comunicativo con el objeto de llegar a los colectivos en los que se cree que hay mayores conductas de riesgo y a nivel normativo, revisando nuevas medidas de aforos y limitaciones.

Respecto al endurecimiento del régimen sancionador, ha valorado que la mayoría de la ciudadanía cumple con sus obligaciones cívicas, con las recomendaciones sanitarias en torno al uso de la mascarilla y la higiene pero ha lamentado que otra parte no cumple, como constatan las denuncias de los diferentes cuerpos policiales.

Esto, una vez pasados bastantes meses con labores de concienciación, les lleva a plantear la necesidad de ser "más severos", ha señalado el vicepresidente, quien ha dicho que van a poner el acento en conductas que son "irresponsables y generan más situaciones de riesgo" como los botellones, ante los que van a ser "bastante más rigurosos" de lo que están siendo.

Ha reconocido, no obstante, las dificultades que existen en ese sentido puesto que a la hora de emitir un expediente sancionador hay que "encontrar a las personas in situ".

Remírez ha remarcado que no les mueve ni un "afán sancionador, ni recaudatorio, sino ejemplarizante" y ha abogado por poner en valor a quien cumple y ser "estricto con quien no".

En cuanto a las consecuencias que pueden conllevar para algunos sectores las nuevas medidas que se puedan adoptar, ha comentado que tratarán de equilibrar la salud pública y la actividad socieconómica, pero poniendo "un peldaño por encima la salud pública".

Respecto a la vuelta al colegio y la aparición de los primeros casos, que han llevado al aislamiento de un grupo de Primaria en Azagra y de cuatro alumnos de Infantil en el colegio Los Sauces de Barañáin, ha manifestado que estas situaciones entran dentro de lo previsto.

Ha mostrado satisfacción por la reacción de los colegios y el funcionamiento de los protocolos, puntualizando que "no ha habido ningún cambio de criterio en Educación respecto a lo remitido a los centros en torno a la gestión de los brotes".

Si la situación empeora no se descarta el cierre de un centro escolar, ha comentado a preguntas de los periodistas, pero ha precisado que ahora mismo creen que las actuaciones que se hacen son "las adecuadas y las correctas".

Ha defendido la planificación que se ha hecho del curso "primando la salud pública", al tiempo que ha apuntado que al imponer medidas tienen un límite, el ámbito privado, y ahí entra la "concienciación de la ciudadanía".

Después del colegio "los grupos se mezclan", de ahí su llamamiento a la responsabilidad en el sentido de reducir al mínimo la actividad social y que sea en los grupos más estables posibles, puesto que, tal y como ha avanzado, el último estudio epidemiológico recoge que los brotes se están produciendo en ámbitos sociales, en reuniones informales.

Sobre la posibilidad de confinar algún municipio, ha reiterado que "no se rechaza", pero "a día de hoy no se contempla en ninguna localidad" y si se adoptara sería "de acuerdo con los Ayuntamientos".

Ha adelantado que en el cribado de Leitza se han detectado entre 26 y 28 positivos, apenas el 1,5 %, por lo que ha hecho una valoración positiva.

En relación con los rastreos, ha comentado que se han realizado los contactos precisos para poder contar con rastreadores del Ejército si se dan "situaciones extraordinarias". "No vamos a rechazar ni dejar de utilizar los instrumentos necesarios, que son de todos, para atajar la pandemia", ha aseverado.