- Todo lo que gira en torno al embalse de Yesa adquiere una relevancia colosal dada la envergadura de la obra, la de millones que allí hay invertidos, que superan cuatro veces el presupuesto inicial, y las décadas de debates, correcciones, informes y contrainformes que vienen a cuestionar la seguridad de dicha infraestructura y, por ende, de la población cercana. Seguro que de todo ello ya estaría advertida la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, pero no por ello salió a flote. Probó ayer el agua del pantano. Al darse cuenta del fango en el que se había sumergido, intercedió por Twitter e incluso envió una nota de prensa a través de su ministerio para desdecirse a sí misma, garantizar que el hormigón continuará en Yesa para recrecerlo y que para llenarlo encargará más informes de seguridad.

La ministra tuvo que salir al paso de su propia declaración en la sesión de control del Congreso de los Diputados en la que tras ser preguntada por el PNV acerca de las incertidumbres que genera la obra, por los fenómenos sísmicos recientes en el entorno que añaden todavía más incertidumbre, y por si se va a ejecutar tanto el recrecimiento como el llenado, Ribera dio a entender que requería de más seguridad para continuar el recrecimiento. "No avanzaremos ni un paso más por encima de donde estamos hasta que no tengamos contrastado con el Colegio de Ingenieros, Canales, Caminos y Puertos que es completamente seguro seguir en esta dirección". A dicho organismo, recordó Ribera, se le había encargado en julio de 2018 la encomienda de elaborar un dictamen que audite todos los informes de seguridad que existen en torno a la presa y, por lo tanto, opine si es seguro recrecer el embalse. Pero la ministra se corrigió luego a sí misma y vino a decir que si alguien había entendido que iba paralizar las obras, eso no era cierto.

Así respondió a un tuit de @AturandoYesa, que reúne a colectivos antirecrecimiento, que destacaba el mensaje de Ribera de "no dar un paso más en la obra" y, por lo tanto, lo que se presuponía que era para la actividad. Pero a ellos, Ribera respondió por Twitter: "No es cierto (la paralización). Sí lo es, y así lo he subrayado, que nuestro compromiso con la seguridad, vigilancia constante y atención a los informes técnicos, incluida la auditoría del Colegio de Caminos. Estamos pendientes de cualquier alarma y en cada paso: en este caso, del fin de la obra al llenado. Entre uno y otro debe producirse el informe resumen del Colegio, al que prestaremos toda la atención que merece". Ribera salió así del pantano. Y luego, en una nota de prensa a posteriori, insistió en que solo se refería a que para llenar la presa no se avanzará hasta que no disponga de dicha auditoría. En todo caso, añadió que antes de comenzar a llenar el embalse de Yesa se acometerá el programa de puesta en carga y el plan de emergencias que tendrá que ser aprobado.

En todo caso, la vicepresidenta cuarta del Gobierno central dijo que comparte la "preocupación" y el seguimiento de todas las cuestiones sobre la "máxima seguridad" de "cualquier" obra pública y particular con una presa y, manifestó que en este caso se trata de una obra con 30 años, que está siendo "la más vigilada".

De hecho, recordó que entre 2006 y 2011 se redujo el potencial de recrecimiento y ha insistido en que la obra de construcción se está acometiendo "con las máximas garantías".

Así, precisó que en la infraestructura se han instalado 400 puntos de control para garantizar la seguridad de las obras; 69 puntos de observación topográfica; 24 puntos inclinométricos para vigilar posibles movimientos y la utilización de instrumentos de última generación.

De todas formas, afirmó que estudiarán los movimientos sísmicos en Navarra pero "descartando a priori, a partir de una información inicial, que pueda haber una relación directa" con la presa, ya que la ocurrencia de sismicidad podría tener que ver más con la fase de llenado que con las obras de recrecimiento civil. En cualquier caso, añadió, este tipo de obras requieren "del máximo de cautelas no solo en el diseño" en la ejecución, sino también antes y durante el llenado.

"No avanzaremos ni un paso más por encima de donde estamos hasta que no tengamos contrastado que es seguro"

Ministra de Transición Ecológica

DIARIO DE NOTICIAS publicó recientemente un estudio en el que explicaba como la proporción que mantiene en pie la presa de Yesa frente a un derrumbe por el peso de la ladera es menor a la que evita que "un tendedero" ceda ante "una toalla mojada que pesa demasiado", según el geólogo Antonio Aretxabala en la presentación del informe que realizaron él y su compañero de profesión Antonio Casas.

Asimismo, la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) realizó un análisis de los últimos informes oficiales sobre Yesa y concluyó que la ladera derecha del embalse "sigue siendo inestable" y por lo tanto "la seguridad no está garantizada".

EAJ-PNV pide una solución

Idoia Sagastizabal, portavoz de Transición Ecológica del Grupo Vasco, ha pedido hoy a la ministra una solución para el embalse de Yesa, que aún hoy continúa generando dudas y mantiene en vilo la seguridad de la ciudadanía de las poblaciones colindantes.

En la sesión de control, Sagastizabal ha relatado los "evidente problemas geológicos" y las "irregularidades" que han perseguido a esta infraestructura desde su construcción, como "la aparición de grietas, los deslizamientos de ambos lados de la ladera, las situaciones de emergencia vividas, generados tanto por las obras de recrecimiento como por los problemas climáticos extremos, la sismicidad, etc. En definitiva, aspectos que permanecen y que continúan generando dudas acerca de la seguridad de este embalse", ha dicho la diputada jeltzale, y a los que se les ha hecho frente a través de "parches" sin que hayan logrado atenuar la incertidumbre de la ciudadanía de los municipios adyacentes.

Ante esta situación, Sagastizabal ha lamentado los "numerosos informes antagónicos y contradictorios" de los expertos acerca del recrecimiento y llenado del embalse, que no hacen sino "producir mayor incertidumbre entre la población y los ayuntamientos anexos".

Por ello, Sagastizabal ha emplazado a la Vicepresidenta Cuarta del Gobierno español a "abordar la problemática de Yesa para que los expertos, que se encuentran en posiciones antagónicas, rebatan y confronten sus informes y se opte por la mejor solución para el embalse". Así, la diputada jeltzale ha pedido "una alternativa que garantice el regadío de Bardenas y sobre todo la seguridad de la ciudadanía de los pueblos colindantes".

El Gobierno foral ve "adecuado" "priorizar la seguridad"

El portavoz del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, ha considerado "adecuado" que el Gobierno central "priorice la seguridad" en las obras de recrecimiento del pantano de Yesa y ha destacado que esto es lo que el Ejecutivo foral "ha solicitado en todos los encuentros que hemos mantenido con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)".

Preguntado por los periodistas acerca de las palabras de la ministra para la Transición Ecológica ha expresado el "compromiso" del Gobierno central con la seguridad de la obra, Remírez ha destacado que esto es "lo que ha dicho siempre el Gobierno de Navarra, que priorizamos sobre todo y ante todo la seguridad".

Javier Remírez ha recordado que desde el Gobierno foral trasladaron a la CHE el estudio realizado por el propio Ejecutivo sobre las obras y ha destacado que los contactos son "permanentes" y que se están valorando "todos los estudios".

Así, ha considerado "adecuada" la "actitud preventiva y cautelosa" de la ministra porque "es lo que precisamente el Gobierno de Navarra ha solicitado en todos los encuentros que hemos mantenido con la CHE".

Podemos pide paralizar el recrecimiento

Podemos ha insistido en la necesidad de "paralizar" el recrecimiento del embalse de Yesa para "garantizar la seguridad de las poblaciones cercanas", mientras que Izquierda-Ezkerra ha exigido al Gobierno de Navarra "un plan de acción que clarifique el futuro de la infraestructura".

Podemos ha destacado que el proyecto de recrecimiento ha sido objeto de "modificaciones sustanciales del proyecto inicial" y ha criticado que "casi veinte años después", los problemas de seguridad y deslizamientos "están lejos de haber quedado resueltos".

La parlamentaria de Podemos Ainhoa Aznárez ha asegurado que "existen alternativas al recrecimiento de Yesa basadas en desarrollar la regulación en tránsito, mediante embalses de diversa envergadura dentro del propio sistema de riegos de Bardenas" y ha subrayado que "ahora mismo deber primar la seguridad de la ciudadanía que habita en la zona del embalse".

Por su parte, el diputado de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde ha criticado que "nuevamente nos encontramos ante un proyecto que sigue la vieja política de las grandes obras hidráulicas, a pesar de su alto impacto ecológico y, sobre todo, los riesgos para la seguridad". Ha considerado que "no es justificable que se sigan derrochando millones de euros de dinero público en obras que no sólo no tienen utilidad real, sino que chocan contra una verdadera transición ecológica, por su alto impacto medioambiental, y ponen en riesgo la seguridad del territorio y sus poblaciones".

Izquierda-Ezkerra, a su vez, ha solicitado la comparecencia de la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Itziar Gómez, para que valore las palabras de la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y le ha exigido "un plan de acción que clarifique el futuro de la infraestructura".

Tras las palabras de Ribera, la coalición ha opinado que el Ejecutivo foral "debe asegurar la seguridad en el estado actual de la obra, y debe clarificar cuál va a ser el futuro definitivo de la infraestructura, garantizando en todo momento la seguridad de las localidades cercanas y la protección medioambiental del entorno".

Izquierda-Ezkerra ha resaltado que "a día de hoy sigue sin haber garantías de que se hayan solucionado los problemas de inestabilidad en el terreno" y ha indicado que el proyecto "ha contado desde el primer momento con la oposición de diversos movimientos ecologistas que alertaban de los posibles riesgos para las localidades cercanas, en especial para los cerca de 5.000 habitantes de Sangüesa".