- La proporción que mantiene en pie la presa de Yesa frente a un derrumbe por el peso de la ladera es menor a la que evita que "un tendedero" ceda ante "una toalla mojada que pesa demasiado". Así de gráfica fue la explicación del geólogo Antonio Aretxabala en la presentación del informe que él y su compañero de profesión Antonio Casas, junto con la fundación Nueva Cultura del Agua, han elaborado sobre la situación del embalse.

El estudio concluye que el factor de seguridad es igual a uno (FS=1). Dicho de otro modo: las fuerza que sostiene la ladera (calculadas con mediciones en base al rozamiento y la cohesión) están empatadas con aquellas que provocarían su caída (el peso, la altura y la inclinación). Sus autores critican la "manipulación" de este dato en particular, además de otros, por parte del Gobierno de Navarra "para confundir a quien no tiene conocimientos sobre geología".

En realidad, en base a los estándares internacionales del factor de seguridad y el que refleja el informe, Sangüesa y otros pueblos cercanos al río Aragón situados bajo la cota de la presa deberían estar evacuados. A su vez, las obras de ampliación deberían detenerse, y se tendría que vaciar progresivamente la cota mientras se pone en marcha una alternativa.

En 2003, solo dos años después de empezar las obras de recrecimiento de Yesa, la inseguridad se manifestó con desprendimientos en la ladera izquierda y grietas en la presa. En 2004, al igual que en 1930 y 1964, la historia se repitió con otro deslizamiento en el margen derecho como consecuencia de excavaciones en el talud de ese extremo del embalse para aumentar su capacidad. A partir de entonces, se sucedieron las obras de bulonado y gutinado para tapar las rajas que iban apareciendo una y otra vez.

Estas técnicas "a modo de parche", en palabras de Antonio Aretxabala, consistentes en proyectar hormigón sobre una superficie determinada y son una muestra muy representativa de lo que, en opinión de las asociaciones de afectados y los responsables del informe, resume el papel de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en la problemática de Yesa. Es más, en 2008, este organismo no resgistró en sus informes el desprendimiento del talud izquierdo del embalse. Antonio Casas critica que "la estrategia de la CHE consiste en jugar al ensayo-error sin perspectiva alguna sobre la obra en su conjunto", actitud que Iker Aramendia, portavoz de la asociación Yesa+No Lanak Gelditu, define como "una huida hacia adelante".

En 2011, los continuos contratiempos provocaron una rectificación parcial en el proyecto. Tras dos modificaciones leves previas, esta tercera supuso un cambio sustancial en las pretensiones: no se triplicaría la capacidad del pantano, sino que se duplicaría. Pero, en 2012, ayuntamientos damnificados, asociaciones de habitantes afectados y científicos notificaron nuevos deslizamientos en la ladera derecha que la CHE no admitió.

En 2013, el Estado elabora un plan de emergencia que incluye sirenas en Sangüesa, Liédena y la propia presa, por si hubiera que alertar de una evacuación urgente. Asimismo, se declara la fase de preemergencia. En 2013, la situación empeoró repentinamente a causa de intensas lluvias que aceleraron los deslizamientos y provocaron grietas más que visibles tanto en la presa como en las inmediaciones. Las más graves aparecieron en 102 viviendas de dos urbanizaciones de Yesa: 84 en Lasaitasuna y 18 en Mirador de Yesa. El Estado expropió todas ellas y la CHE se encargó de derruirlas, mientras que los 105 vecinos fueron reubicados e indemnizados.

Ante la incertidumbre, el Ayuntamiento de Sangüesa encargó a la Universidad de Navarra un informe de carácter histórico que incluyera un diagnóstico sobre las previsiones futuras. El estudio concluyó que los deslizamientos de la ladera derecha eran una consecuencia directa de la presión ejercida por el estribo (extremo del muro de la presa) y que la rotura provocada en la tierra suponía un "punto de no retorno" que prácticamente imposibilitaría elevar el factor de seguridad por encima de uno.

Llegados a esta situación, no hay que olvidar otro potencial peligro que también podría verse agravado a causa de las obras: la sismicidad de la zona. De hecho, Aretxabala expuso que se han registrado "microterremotos" que "coinciden plenamente" con el llenado y vaciado del embalse, pero que "todavía no puede hablarse de sismicidad inducida".

El ejemplo más claro de este fenómeno lo tenemos en Itoiz, no solo a nivel local, sino también internacional.En 2004, tras el llenado del embalse, hubo dos grandes terremotos de 5,3 y 5,2 grados en Lizoáin y Nagore con 500 réplicas, además de actividad sísmica permanente estudiada en colegios de geólogos de todo el mundo, entre los que destaca las investigaciones de la Universidad de Carolina del Sur (EEUU). Actualmente Yesa tiene una capacidad de 447 hectómetros cúbicos frente a los 586 de Itoiz, pero se espera que la ampliación la eleve hasta los 1.080, por lo que las consecuencias son "impredecibles", según Aretxabala y Casas.

Después de la publicación del informe encargado por Sangüesa, en octubre de 2018 el Gobierno de Navarra encargó a la empresa Geoconsult otro sobre la estabilidad y evaluación de la seguridad de la ladera derecha del pantano de Yesa. El informe se publicó en diciembre de 2019 con análisis técnicos que dieron lugar a interpretaciones dispares.

En la nota de prensa oficial enviada a los medios de comunicación, el Ejecutivo foral tituló así la noticia: "El estudio sobre la seguridad de Yesa encargado por el Gobierno de Navarra concluye que la ladera se encuentra en equilibrio y que la acción sísmica no condicionaría la viabilidad de la presa". Para ello, se basó en que la tierra había pasado de desplazarse 10 centímetros al mes tras los episodios de intensas lluvias de 2013, a hacerlo a 2 mm por cada 30 días. Es decir, El Gobierno argumentaba que los desplazamientos del extremo derecho sobre el que se asienta la presa habían experimentado una notable realentización, que no detención, respecto al momento más crítico conocido en 18 años de obras para el recrecimiento.

Con esto no convencieron a las asociaciones Yesa+no Lanak Gelditu y Río Aragón, que acusaron al Gobierno de Navarra de "maquillar" las conclusiones del dictamen. A falta de un análisis exhaustivo del informe, las organizaciones criticaron rápidamente que el Ejecutivo vendiera como un dato positivo el "equilibrio estricto" de la ladera, lo que significa que el factor de seguridad es igual a uno. Para que se comprenda la gravedad de la situación, Aretxabala recurrió a los ejemplos del tendedero, con FS=1,1 o 1,2; y al teleférico, con FS=2. Es decir, el factor de seguridad es mayor en función del riesgo que suponga un accidente... o así suele ser.

Ante la "cortina de humo del Gobierno de Navarra", en palabras de lker Aramendía, el Ayuntamiento de Sangüesa decidió encargar su propio informe independiente "a la vista de la dificultad para comprender el original debido a "su lenguaje técnico y su extensión", así como las "diferentes valoraciones sobre algunos aspectos casi contradictorios, tanto de consideraciones y conclusiones como de medidas adicionales" que Geoconsult planteaba para "incrementar la seguridad". Las instituciones responsables de elaborar el nuevo documento fueron la Universidad del País Vasco (UPV) y la consultoría Ingeotyc.

El nuevo estudio, presentado en junio de este año, concluyó que "la ladera derecha de la presa de Yesa muestra una desestabilización generalizada". Además destacó del informe Geoconsult este estricto del experto ingeniero de la Universidad de Nápoles, Luciano Picarelli: "Los efectos potenciales de un terremoto son un aspecto del problema de Yesa que se debe manejar con cuidado".

No obstante, Ingeotyc y la UPV señalaron la falta de "instrumentos de seguimiento" que permitieran "despejar las incertidumbres sobre la dinámica de la ladera derecha", así como "facilitar la toma de decisiones ante situaciones adversas con cambios rápidos de las condiciones". Por todo ello, el informe advirtió: "Urge la realización de actuaciones que conduzcan a un conocimiento mejor de los factores que inciden en la estabilidad" y "se recomienda que no se proceda al llenado del recrecimiento de la nueva presa".

En caso de que las autoridades competentes no atendieran a las advertencias de los sucesivos informes y la ladera no aguantase la presión, Antonio Casas asegura que el vaciado inmediato de la presa "colapsaría el sistema de regadío de las Bardenas", echando por tierra el sentido de toda la infraestructura y destruyendo los campos de cultivo de la Ribera navarra. Y es que "las presas están hechas para contener el agua, no para que, además, tengan que aguantar el peso de un montón de tierra", recordó Aretxabala. "No podemos mantener a raya a una naturaleza mucho más poderosa que nosotros a base de hormigón y combustibles fósiles", sentenció el geólogo.

Pero, ¿hay alternativa a Yesa? Lo cierto es que existe desde que Antonio Casas y Pedro Arrojo, presidente y fundador de Nueva Cultura del Agua que este mismo miércoles fue nombrado relator de la ONU por el derecho al agua, presentaron en 2004 el proyecto Alternativas al recrecimiento de Yesa para el sistema de riegos de Bardenas. Los autores plantean la regulación en tránsito con presas modulares o embalses menores distribuidos a lo largo del cauce y optan por el "riego a la demanda" de los regantes, que "no paran de cantar las bondades de este sistema", aseguraron. Hace 16 años, este proyecto fue ignorado y, ahora, Arrojo reclama: "Si hay dinero para gastar, por favor, gasten el dinero de Yesa en una alternativa que garantice de verdad el regadío de Bardenas".

Completo y resumen. La web de La Fundación Nueva Cultura del Agua, fnca.eu, ofrece la posibilidad de visualizar y descargar el Estudio de estabilidad y evaluación de la seguridad de la ladera derecha del embalse de Yesa. También incluye un resumen más divulgativo de cuatro páginas.

El presidente de la Comisión para la Transición Ecológica en el Congreso de los Diputados tiene la misma opinión personal que los autores del informe y las asociaciones de afectados.

Factor de seguridad (FS) mínimo

FS=3

Los estándares de Italia exigen un factor de seguridad mínimo alto a raíz del desastre de Vajont, el 9 de octubre de 1963. Aquel día, un gran desprendimiento de tierra sobre la presa llena la desbordó y el consiguiente tsunami mató a 2.000 personas. Salvando las distancias, Vajont tenía un FS ad hoc en equilibrio estricto,igual que Yesa.

"No podemos mantener a raya a la naturaleza a base de hormigón y combustibles fósiles"

Geólogo coautor del informe

"Gasten el dinero de Yesa en una alternativa que garantice de verdad el regadío de Bardenas"

Presidente de Nueva Cultura del Agua