- Mari Jose Zamora Barrionuevo es una de las voluntarias que hacen el viaje de las pacientes recién operadas de cáncer de mama más llevaderas. Un gesto tan sencillo como coser y regalar una almohada con forma de corazón a mujeres que están recorriendo un camino que ella ya pasó, junto a su apoyo incondicional, es algo ayuda a paliar el dolor psicológico provocado por la cirugía. Tras dos años en Saray y después de haber vencido la batalla al cáncer de mama, Mari Jose aseguró que “no sabe como podía haber superado la enfermedad sin la vía de escape” que es para ella la asociación, que ya considera su hogar. Un apoyo “por parte de personas que te entienden, que hablan tu mismo idioma y que saben de lo que hablan, porque ya han pasado por donde estás tú”, explicó con lágrimas en los ojos. Por mucho que ahora “esté bien”, Mari Jose admitió haber pasado momentos “muy duros” y que, al recordarlos, todo tipo de emociones vuelven a ella. “Aunque mi lucha haya terminado el de muchas compañeras sigue y ese es mi cometido ahora, el de apoyarlas a ellas como ellas lo hicieron conmigo”. En este sentido, Mari Jose se dirigió a aquellas personas que reciben su diagnóstico por primera vez para decirles que “se apoyen en la gente que quiere, y que hagan todo lo que les haga felices”.