- La consejera de Salud del Gobierno foral, Santos Induráin, advirtió ayer de que el sistema sanitario, tanto en Atención Primaria como a nivel hospitalario, “ya está sufriendo los efectos del alto nivel de incidencia de semanas anteriores” y alertó de que ya se ha tenido que desprogramar actividad ordinaria, como cirugías no urgentes. La consejera recordó que el domingo había 401 personas hospitalizadas, 50 de ellas en la UCI, y que “el alto volumen de ingresos empieza a no ser compensado con las altas, debido a la cantidad de hospitalizaciones y a su gravedad y duración”. “La cosa va en serio como lo demuestran también las cifras de fallecimientos, 25 la semana pasada”, subrayó Induráin, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada por el vicepresidente primero, Javier Remírez.

Para asumir este incremento de personas con covid-19 que requieren ingreso, la consejera explicó que “cada nivel y centro tienen un plan de contingencia para mantener el equilibrio entre la atención covid y la no covid y que está siendo activado de forma proporcional y gradual”. “La red de hospitales de Navarra se encuentra en estos momentos explotando al máximo todas las opciones que hay de habilitar espacios y personal de refuerzo”, expuso, y avanzó que, aunque a lo largo de la semana se confirmará, “se ve difícil no tener que desprogramar cierta actividad de cirugía no urgente, no tanto en consultas, sino cirugía demorable para poder contar con recursos profesionales para atender a la contingencia de la covid”. “Se trataría por el momento de un volumen limitado preservando lo no demorable”, incidió. No obstante, informó de que ya se ha tenido que desprogramar estas intervenciones no urgentes en el hospital Reina Sofía de Tudela y en el hospital García Orcoyen de Estella. En el caso del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) todavía no se ha tenido que desprogramar nada, aunque Induráin alertó de que va a ser difícil no hacerlo ante el aumento de la atención de covid.

En cuanto a la Atención Primaria, que ya está llevando el peso de un importante numero de casos que no requieren hospitalización, la consejera de Salud señaló que “se está trabajando formulas con los profesionales para abrir de forma sectorializada los centros de salud durante el fin de semana” para “facilitar la accesibilidad de la población” que pueda presentar síntomas y “el seguimiento de los casos”. Según detalló, la medida comenzará este fin de semana y se prolongará según la evolución epidemiológica. Asimismo, sostuvo que en este momento no está encima de la mesa el implantar un hospital de campaña en Refena como en marzo y abril.

La consejera incidió en que la Comunidad Foral “tiene un número de contagios elevado, unas cifras que es necesario rebajar sí o sí”. Y afirmó que si bien las cifras del domingo “dieron una tregua tras el pico del sábado, esta cifra de 500 no es en modo alguno sostenible”. En este sentido, Induráin destacó que “el análisis semanal que haremos el miércoles indica que nuestra tendencia no es buena y que hay contenerla e invertirla” e insistió en que “urge cortar la cadena de contagios”. “Hay que lograr una inflexión en las cifras y reducir los contagios porque todo esto tiene un impacto en el sistema asistencial evidente y preocupante”, subrayó.

Ante ello, la titular de Salud indicó que “la clave está en atajar esto de raíz, cortando el crecimiento de los contagios” y, teniendo en cuenta que “el efecto de las medidas van a tardar en llegar, se impone tomar otras medidas relacionadas con el propio sistema sanitario”.