- Un día festivo y nieve en los Pirineos. Ayer se unieron dos situaciones que vaciaron de coches la ciudad y llenaron la N-135, la carretera nacional que comunica Pamplona con Francia por Luzaide-Valcarlos y cuyos pueblos y cunetas estuvieron ayer saturados de visitantes.

-La previsión del tiempo en Navarra

La previsión del tiempo en NavarraComo se puede apreciar en las fotos que acompañan esta información, la búsqueda de la naturaleza dejó estampas contradictorias desde Zubiri hasta el Alto de Ibañeta, donde se vieron atascos multitudinarios y coches aparcados en lugares no indicados para ello, imágenes más propias de ciudades que de localidades acostumbradas a la tranquilidad y al poco tráfico.

Uno de los primeros pueblos que cruza esta serpenteante vía es Erro, cuyo alcalde, Enrique Garralda, denuncia el "poco control" que hubo. "Había demasiados coches y aparcaban en cualquier sitio. El sábado estuvo toda la carretera colapsada, y hoy (por ayer) todavía había algún coche tirado en el puerto de Erro. La policía se tiene que poner en Zubiri y que no pase el que no vaya con ruedas de invierno o cadenas. La gente no va preparada", asegura Garralda, que fue testigo de una grave imprudencia.

Envíanos tus fotos y vídeos || Consulte aquí el mapa de incidencias en carretera || Cámaras de tráfico || Transporte comarcal

fotos y vídeosfotosvídeosmapa de incidencias en carreteraCámaras de tráficoTransporte comarcal "Estaban pasando los quitanieves por el puerto y un coche les adelantó. A los 100 metros se quedó tirado...", relata, revelando algunas de las malas prácticas que tuvieron una buena cantidad de conductores. "Aparcan en cualquier pista y la gente se mete en todos los prados. Hay poco respeto. Ni preguntan ni nada, incluso había niños pasando cerca de alambradas electrificadas", manifiesta Garralda, que también se queja de la falta de previsión en esta primera nevada del año.

"Fallaron un poco los quitanieves. Llamé a Emergencias y decían que no nevaba, pero estaba nevando. Hace falta más previsión y pronósticos, porque aquí o se actúa rápido o te quedas 3-4 horas tirado", afirma.

Tras pasar Erro, las caravanas prosiguieron en el siguiente Alto, el de Mezkiritz, anterior a llegar al pueblo de Aurizberri-Espinal, de donde Mikel Landabere es presidente de su consejo. "Ha sido un poco de locura todo el puerto", testifica Landabere, que califica de "caos" lo vivido ayer.

"Entiendo que la gente de la ciudad quiera salir y estamos encantados de que vengan, pero había mucha, y los altos de Erro y Mezkiritz son una carretera. No se puede aparcar. Nosotros tampoco lo hacemos en Pamplona en cualquier sitio", ejemplifica.

Landabere pide a la población de la ciudad que entienda que en estas localidades "no hay recursos para absorber" a todos los visitantes, a los que "no hay que echar la culpa", pero que desearía llegasen con más preparación. "Si no, puedes quedar atascado y haber problemas. Si llegas tarde deberías darte media vuelta, porque cualquier atasco repercute en los demás", declara pensando en cualquier emergencia.

El presidente del concejo pide también "sentido común" para que no se repitan estas imágenes en el futuro". "Hay que salir de casa para desconectar, pero debemos tener sentido común. Si no se puede, madruga más o ve a otros lados si ves mucha gente", pide.

El último municipio de la N-135 antes de llegar a Orreaga/Roncesvalles es Burguete, donde también se registraron "avalanchas de coches", según explica su alcalde, Joxepe Irigaray.

"Nadie nos lo esperábamos. Estaban aparcados en la carretera y no se podía pasar. Ha habido un momento en el que ocupaban los dos lados, incluso en la calle que va al centro de salud. Estábamos rezando porque no pasase nada", garantizó Irigaray, que habla de "poco respeto y poca preparación" de los visitantes. "No hay que señalizar todo", se lamenta, incidiendo en que había gente con ruedas que patinaban y reclamando que "habría que regular el tráfico desde Zubiri".

"Hago un llamamiento para que se reflexione hasta qué punto se disfruta en estas condiciones. Tenemos la capacidad justa para absorber tanta gente. El ocio lo necesitamos todos, pero hay que aprender a respetar. Hay gente que ha tapado la entrada de casa. Un poco de civismo y educación, y el respeto que salga de cada uno", sentencia.