omenzaban las vacunaciones en la residencia El Vergel de Pamplona, con las 143 primeras dosis. A las puertas de la residencia, sobre las 16.30 horas, aparecía Maite Marturet Aizpún para visitar a su tía, Teresa Marturet. Maite, con unas bolsas en la mano, se disponía a poder reencontrarse con su tía después de tanto tiempo separadas. "Esta noticia ha supuesto un descanso tanto para ella como para toda la familia, ya que los mayores están en primera fila", explicó Maite. Las personas mayores, uno de los grupos de riesgos más afectados por la pandemia y de los más olvidados, ven un poco de esperanza con esta vacuna.

"El poder volver a vernos sin miedo al virus, imagínate", comentaba Maite Marturet cuando estaba a punto de entrar al edificio. Dejar las mascarillas, las distancias de seguridad y los geles desinfectantes de lado como un mal sueño que "nos ha tenido amargados este 2020", añadió.

La visita a los residentes por parte de sus familiares está teniendo una duración de una hora como máximo, en una sala y solo puede acceder una persona por familia.

Tras recibir la dosis, las personas residentes permanecieron en observación unos 15 minutos. Cabe recordar que esta vacuna requiere dos dosis y la segunda se administrará, aproximadamente, a los 21 días de haber recibido la primera.

A las puertas de cerrar este año tan terrible, la vacuna se ha convertido en el mejor regalo que los residentes del El Vergel se podían esperar, tanto ellos como sus familiares. "Esta vacuna ha sido el mejor regalo de Navidad que nos podían haber hecho", comentó Maite sobre la emoción que sentía ante la idea de ver a su familiar. Aunque el camino sea largo, se estima que de cara al verano de 2021 un gran porcentaje de la población este vacunado. Este paso ha sido un soplo de aire fresco para estas fechas en los que más que nunca se necesita estar con la familia.