La noche del 31 de diciembre al 1 de enero funde en una las festividades de despedida del viejo año y el saludo al que está por venir. Esta vez no. Las restricciones de la covid, con toque de queda a las 23.00 horas en toda Navarra, solo dejaron opción a decir adiós al fatídico curso del coronavirus. Todavía inmersos en la pandemia, la rabia casi no dejó fuerzas para saludar al esperanzador 2021. Solo cabía comerse las 12 uvas e irse a dormir, dejando las calles tan vacías como llenos están por el momento los hospitales. En definitiva, fue la Nochevieja sin Año Nuevo.

Aunque en realidad, muchas cuadrillas saludaron al 2021 antes de despedir al 2020. Eso sí, en el ambiente festivo propio de la pandemia: "quietos en la mesa de un bar", concretó el joven pamplonés Diego Alonso, que se encontraba en el Iruñazarra junto a otros cinco amigos. "Solemos correr la San Silvestre, pero este año se canceló, así que teníamos pensado ir como cada 31 de diciembre a calentar motores al bar Zanpa de Estafeta, pero también lo encontramos cerrado", lamentó. "Me esperaba muchísimo más ambiente a pesar de todo, porque las ganas de salir que tenemos son mayores que nunca aunque seamos conscientes de que a día de hoy es imposible", admitió.

En la plaza Yamaguchi, charlando mientras disfrutaban de un picoteo, se encontraban Lua Piñeiro y Guillermo Asín en uno de los bares de la plaza. "Nos hemos vuelto a ver hoy, hacía mucho tiempo que no nos veíamos y que mejor manera que hacerlo el último día del año", explicó Piñeiro. Guillermo estudia en Barcelona y debido a las restricciones no había podido viajar a la que es su casa. "He venido a Pamplona en navidades para disfrutar de mi familia. Esta noche lo haremos, pero menos de seis personas. Nos juntamos todos, pero a las 23.00 nos separamos. Mi hermano se irá a la autocaravana que tiene aparcada en la puerta de casa", añadió Asín. Y es que son muchas las familias que no han podido disfrutar como querrían del último día del año. Un día, que como tradición entre los jóvenes en Navarra, se celebra con gran entusiasmo y felicidad.

En la periferia de la plaza Yamaguchi, en busca y captura de una mesa disponible, se encontraban a la espera Lorena Lana, Naroa Romeo y Jone Esparza. "Todos los años nos juntamos para despedir el año. En esta ocasión, hemos optado por hacer comida las tres juntas e incluso nos hemos hecho un tatuaje", declaró Romeo. Y es que desde Estella se acercaron a la capital para disfrutar del último picoteo del año ."En otras ocasiones cenábamos las tres juntas y después salíamos de fiesta, pero en esta vez hemos decidido celebrarlo por la tarde ya que los bares están abiertos. En cambio, por la noche, si que la pasaremos con nuestras familias en casa", añadió Lana.

En la calle San Nicolás de Pamplona, en las puertas del Asador Katuzarra, se encontraban recién comidos la pareja Gabriel y Lily a la espera de que dejara de llover. "En vez de cena de Nochevieja, hacemos comida. Una forma diferente de celebrar este día con seguridad y sin infringir las normas", expresó Gabriel. La pareja disfrutó de una abundante comida con la fortuna de poder celebrarlo con los suyos. "Somos muy afortunados, podemos celebrar el fin de año todos juntos y con salud, sobretodo. Esta noche nos juntaremos con los pequeños a cenar, con comida especial, por supuesto, y brindaremos por un nuevo año", añadió Lily.

Pasada la Plaza del Castillo, en la calle Estafeta, se encontraban la pareja María José Guaman y Steven Tipan acompañados de su hijo. Esta Nochevieja es muy diferente a otros años, hay poca gente. Nosotros nos hemos permitido salir disfrazados con el peque, pero solo para tomar alguna caña o pintxo antes de reunirnos con la familia esta noche", explicó Guaman.

Eran las 19.00 de la tarde, la lluvia no acompañaba el disfrute de la caña y el pintxo por lo que las calles de Pamplona, tristemente, poco a poco fueron vaciándose.

medidas en navarra

Cierre perimetral. Navarra mantuvo el cierre perimetral en el fin de año y los navarros y navarras no podieron salir ni entrar de la Comunidad Foral salvo por las excepciones que contempla la normativa. Esta medida se iba a flexibilizar entre el 30 de diciembre y el 2 de enero para permitir el reagrupamiento familiar, pero finalmente no fue posible.

Toque de queda. Parecía que el toque de queda iba a flexibilizarse, pero esto no fue así. A las 23.00 todos los navarros y navarras tuvieron que encerrarse en sus casas a la espera de las uvas de Nochevieja con un máximo de seis personas en cada habitáculo familiar. La hostelería se quedó con las mismas ganas de poder abrir hasta más tarde, pero todo permaneció como estaba: 22.00 horas con el aforo de interiores al 30% y terrazas al 100%.

"Mi hermano tendrá que tomar las uvas en la autocaravana que tiene aparcada debajo de casa"

Estudiante

"Siempre celebro la Nochevieja con amigos, pero en esta ocasión lo haremos en familia"

Trabajadora

"Somos afortunados. Terminamos un año en familia y con salud. Hay que valorar estas cosas"

Trabajador

"Es una Nochevieja muy diferente a otros años, la gente no se ha disfrazado como suele ocurrir"

Trabajador