- El Tribunal Supremo condenó ayer a 29 años y cuatro meses de cárcel a César Adrio por matar a puñaladas en Vigo en diciembre de 2016 a su expareja Ana Enjamio en el portal de su casa cuando esta regresaba de la cena de Navidad de la empresa, a la que habían asistido ambos.

El Supremo confirmó las sentencias previas de la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, en Vigo, y del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que consideraron al procesado autor de delitos de asesinato, con alevosía y ensañamiento; acoso y vulneración de su intimidad.

No obstante, el Supremo rebaja ligeramente la condena al anular la apreciación de la agravante de discriminación por motivos de género en el delito de asesinato, inaplicable en el caso porque el jurado, rechazó por 6 votos a 3 que el hombre causase la muerte a la víctima “con el deseo de dejar patente su sentimiento de superioridad sobre ella, por el hecho de ser esta una mujer”. Por ello, la pena pasa de los 30 años y cuatro meses confirmados por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia a 29 años y 4 meses.

Los hechos por los que César Adrio ingresará en prisión sucedieron en la madrugada del 16 al 17 de diciembre de 2016 en el portal de la vivienda de la víctima, ubicada en la Avenida de Madrid, en Vigo.

Esa noche, la víctima y el acusado habían coincidido en la cena de Navidad de la empresa de O Porriño en la que ambos trabajaban y donde se conocieron para comenzar en 2016 una relación que llevó a ambos a romper con sus anteriores parejas para irse a compartir una vivienda en el barrio de Teis meses antes del asesinato.

La relación duró seis meses y, cuando ella le puso fin, comenzó el acoso por parte de César Adrio, que llegó a ingeniárselas para instalar una aplicación en el teléfono de ella que le permitía saber qué hacía y con quién hablaba.

Tras meses de acoso, César se presentó de madrugada en el portal de Enjamio, a la que arrinconó para asestarle 28 cuchilladas, doce de ellas en el corazón, el cual fue atravesado en seis ocasiones, lo que causó un shock hipovolémico que causó la muerte a la joven ingeniera de Boqueixón, que tenía 25 años.