- Eran un poco reticentes a ponerse la vacuna contra la covid-19, pero finalmente, Tiburtxi Magirena y Juan José Alzorte -de 71 y 78 años, respectivamente- acudieron ayer a Oronoz-Mugaire a recibir la primera dosis. Tiburtxi tiraba de la silla de ruedas en la que se desplaza Juan José. Llegaron a las inmediaciones de la unidad móvil y el personal sanitario les explicó que tenían que subir al camión por la parte izquierda, donde había ubicada una rampa. Una vez arriba, esperaron un par de minutos y los enfermeros les inocularon la vacuna. “Sin dolor”, señalaba Tiburtxi, visiblemente contenta.

Este matrimonio, vecino de Irurita, explicaba, mientras esperaban los 15 minutos de rigor, que no tenían muy claro si se iban a vacunar. “Nos daba un poco de cosa. No sabíamos si vacunarnos por todas las cosas que se han dicho, al final te ponen en duda. Pero nuestra nieta nos dijo que nos teníamos que vacunar, que era lo mejor para nosotros y aquí estamos”, relató Tiburtxi.

Mientras esperaban los 15 minutos, una enfermera les explicó que durante los próximos días es posible que sufrieran dolor de cabeza y dolor de brazo, fruto del pinchazo, y que en caso de tener otro tipo de síntomas que se pusiesen en contacto con el centro médico. “Nos han atendido muy bien. Ahora nos vamos a casa y en tres semanas volveremos a ponernos la segunda dosis.