- Este fin de semana no ha sido nada agradable para la familia Maia-Elizondo, que vive en el caserío Gardelberri, en el barrio Auzoberri de Lesaka. Como señalaba Nerea Maia Elizondo, "el sábado por la tarde vimos que el fuego cruzaba la carretera y el río Bidasoa y pasaba hacia Lesaka, pero avanzaba lentamente y aparentemente estaba controlado por los bomberos. En ese sentido hemos estado un poco más tranquilos. Los bomberos circulaban de aquí para allí en el barrio, nos hemos cruzado en varias ocasiones con ellos, pero con este viento y en este entorno abrupto no podían hacer gran cosa. Es difícil para ellos ubicarse en un terreno que no conoces, de noche, sin iluminación".

Su hermana, Miren Maia Elizondo, recordaba que "los bomberos han aparecido en casa, a las tres de la mañana. Hemos ido detrás de ellos para ver por si acaso dónde estaba el fuego, igual lo teníamos cerca del caserío y no éramos conscientes. Hemos ido detrás suya hasta Berreu, y el fuego estaba bastante controlado como por la tarde. Sin embargo, es cierto que hemos dormido poco, por la noche el fuego es terrible, y te genera respeto, ves todo enrojecido y te preguntas, ¿habrá llegado a este sitio?, ¿no habrá llegado?". Las dos hermanas viven con sus padres, Josetxo Maia y Nekane Elizondo, el marido de Nerea, Igor Lasaga y los dos hijos del matrimonio, que está rehabilitando el caserío Gardelea, "dicen que el mas antiguo de Lesaka, deshabitado desde hace mas de 50 años", desde el que se podía ver ayer al mediodía la humareda provocada por el fuego.

Nerea Maia comentaba que "también hemos visto que ha empezado otro fuego desde Endarlatsa hacia arriba y al principio nos hemos preocupado, pero los bomberos nos han dicho que es un contrafuego y nos hemos tranquilizado. Por el lado de Berreu, que impresionaba mucho, se veía también que en la zona de Potonborda de Irun tenía el fuego muy cerca. Por la noche no se veían los dos caseríos que hay ahí, pero el fuego sí, y sabíamos que era cerca. El viento producía grandes llamaradas, sabíamos que estaban ahí y temíamos que los hubiera alcanzado. De día no es bonito, pero por la noche el fuego es terrible. El viento ha soplado fortísimo por la noche, cuando hemos ido a Berreu y hemos salido del coche, el viento nos llevaba hacia detrás, ¡imagínate el fuego!".

Igor Lasaga, marido de Nerea y natural de Bera, comenta que varios amigos le habían pasado fotos de caballos que han perecido en el incendio en la zona de Bera, "con la velocidad que se propagaban las llamas y el terreno escarpado, no han podido huir. También ha afectado a colmenas de abejas. Parece que por ahora en Lesaka no ha afectado a ganado y animales domésticos, y tampoco a caseríos, aunque sí que hay plantaciones quemadas", comentaba afectado.