A pesar de que para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) la decisión de incluir a los pacientes oncológicos en el calendario de vacunación no era desconocida, no ha dejado de ser una alegría para ellos. "Nosotros lo conocíamos desde hace varios días, porque es una iniciativa que partió de la comisión intersectorial de Sanidad a nivel nacional", desgrana Francisco Arasanz, presidente de la entidad en Navarra.

En esas reuniones se acordó que los pacientes oncológicos en tratamiento fuesen incluidos en ese grupo de menores de 60 años con condiciones de riesgo alto, algo que Navarra adelantó la pasada semana pero que todavía queda concretar el cuándo y el cómo.

"Se consideran prioritarios y con riesgo porque se valora que, en el proceso de tratamiento, tienen que ir al hospital en muchas ocasiones, y en ese proceso se evalúa que hay un mayor riesgo de contagio", argumenta Arasanz, que incide en que además de las continuas visitas a los diferentes centros para recibir tratamientos estos pacientes también tienen una situación de "defensas bajas" que hacen que sean más frágiles ante el virus. "Son los pacientes más vulnerables", garantiza el presidente.

En todo este año de pandemia, los pacientes con cáncer han sufrido un estrés añadido a su enfermedad, pasando por tantos episodios como aristas tiene la covid-19.

En un principio, los problemas eran principalmente "el riesgo" a contraer la enfermedad, que "incrementaba la ansiedad, al conocer los pacientes que eran de riesgo". Además, la exposición de estas personas era mayor, porque "acudían a los hospitales sin las medidas de prevención", que eran muy escasas, sobre todo comparándolas con todas las herramientas y el conocimiento que tenemos en la actualidad.

La falta de protección, tan simple como las mascarillas, "incrementaba también el miedo de acudir" a los hospitales, donde "los diagnósticos se estaban demorando", creando todavía más nerviosismo. También en el inicio de la pandemia, cuando no se podía acudir a los centros, se optó por el telediagnóstico, lo que también les afectó, al igual que a "los tratamientos y programas de detección, que se pararon, lo que añadió mucha angustia". El mes pasado, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, calculaban que 1 de cada 5 diagnósticos "no se ha podido hacer o se ha hecho tarde".

No ajeno a ello a pesar de su enfermedad, los pacientes con cáncer también vieron añadida la preocupación por la situación económica derivada de la crisis del covid. "Los pacientes enfermos de cáncer que se ven en riesgo y tienen que pasar por una situación de desempleo añaden también este problema a su propia preocupación", concluye Arasanz. Se calcula que el 30% de los pacientes de cáncer presenta trastornos psicopatológicos, como ansiedad o depresión, que necesita atención profesional.