La Clínica Universidad de Navarra ha realizado esta semana una novedosa cirugía de rodilla (osteotomía) que incluye un implante, totalmente personalizado, que modifica el grado de corrección que necesita la articulación de cada paciente.

“La novedad es que la intervención no se realiza con un implante estándar o adaptado a la anatomía que tenemos que ajustar en el quirófano durante la cirugía, sino que, de forma previa, se diseña una placa para la corrección. Por tanto, la cirugía es menos invasiva, lo que se traduce en una movilización precoz y una recuperación más temprana”, indica el doctor José María Silberberg, codirector del Departamento de Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra. Además, a nivel quirúrgico, al estar fabricada totalmente a medida, la incisión es menor y se ajusta de forma precisa, por lo que se reduce el tiempo de colocación y, por tanto, el de la intervención en general.

Este avance se ha producido porque el implante se diseña mediante el trabajo conjunto de ingenieros y cirujanos. El proceso comienza con un TAC que permite conocer la anatomía y morfología de la rodilla, para poder producir posteriormente una impresión en 3D del implante. “Así, de forma previa a la cirugía podremos saber exactamente cómo quedará la articulación”, añade el doctor, que explica que “la impresión 3D es la mejor herramienta para humanizar las soluciones médicas porque los pacientes pueden entender la cirugía previamente y cómo será el resultado final”.

artrosis y deportistas La osteotomía es una cirugía que transfiere el peso de la parte más desgastada de la rodilla a un área más sana y prolonga la vida de la articulación. Su principal ventaja es que puede retrasar la necesidad de un reemplazo de la articulación por una prótesis durante varios años.

Se dirige a dos tipos de pacientes: aquellos jóvenes y activos que sufren una lesión como consecuencia de la práctica deportiva y, por otro lado, pacientes mayores con procesos degenerativos (artrosis). En el caso de éstos, la degeneración de la articulación no se reducirá completamente, pero sí se prolongarán sus años de vida útil.

“Se trata de un tipo de intervención que se ha reducido en los últimos años por el gran avance que se ha realizado en el campo de las prótesis, pero tiene la ventaja de que preserva el hueso de la propia rodilla, por lo que, a diferencia de la prótesis, los pacientes podrán continuar realizando ejercicio físico. Este es el caso del primer paciente que hemos operado”, añade el doctor.

El primer caso de este tipo de operación es el de una persona muy activa, que con 51 años empezó a sentir dolor en la rodilla cuando practicaba deporte. Las limitaciones cada vez eran mayores, pero después de probar varios tratamientos conservadores su calidad de vida era peor. “Como es un paciente activo que quería seguir realizando ejercicio físico, le ofrecimos esta cirugía y se encuentra fenomenal”, sentencia Silberberg.

Implante personalizado. La placa para la corrección es diseñada de forma previa, por lo que no se tiene que ajustar en el quirófano durante la cirugía.

Recuperación temprana. Esto permite que la cirugía sea menos invasiva, la movilización precoz y la recuperación de la vida cotidiana, más temprana.

El doctor, codirector de Traumatología de la CUN, alaba una tecnología que hace que los pacientes “puedan entender la cirugía previamente y el resultado final”.