Teniendo en cuenta la tendencia actual, nos vamos a plantar a las puertas del verano con la cuarta ola, ¿no?

-Pues calculamos que a finales del mes de abril vendrá el pico y luego vienen las mismas semanas que hemos tardado en subir pero para bajar. Entonces en una situación de normalidad, en el mejor de los casos, estaremos en finales de mayo o principios de junio.

Ya vimos el año pasado que es una época delicada para contener la pandemia...

-Si llegamos a las puertas del verano con una situación complicada va a ser mucho más difícil planificar un verano con la mínima normalidad. Todos nos merecemos y deseamos que este sea algo mejor que el verano pasado, pero entonces veníamos de un cierre total en marzo y abril, y llegamos a mayo y junio con una situación que no hemos vuelto a igualar.

¿Cómo cree entonces que va a ser este verano?

-Yo creo que va a depender de lo que valoremos. Si valoramos la inmediatez, puede complicarse. El año pasado pensábamos que el verano iba a acabar con el virus y no lo hizo, y a mediados de julio comenzamos a subir con los casos. Tenemos que llegar a él lo mejor posible, con la máxima vacunación posible, pero aún así no va a ser 100% normal. Puede ser mejor que el verano pasado, pero vamos a tener que seguir teniendo medidas preventivas. En mayo y junio va a ser muy importante la capacidad de vacunación de cara a proteger al mayor número posible de la población.

Usted defiende la utilización de la mascarilla de cara a futuro, sobre todo en la temporada de gripe. ¿Ha llegado para quedarse?

-Si me preguntáis a mí, yo lo recomendaría en los meses en los que circulan los virus respiratorios, aunque quien tiene que hacerlo es Salud Pública. Somos todos muy conscientes de lo que ha sido la pandemia del coronavirus, pero no dábamos ninguna importancia a lo que era la epidemia de la gripe ni del virus sincitial respiratorio todos los inviernos. Este hospital tenía todos los años un plan de contingencia desde noviembre a marzo, cuando se llenaba de personas con gripe y de niños con virus sincitial respiratorio, donde las UCI se llenaban también de neumonías complejas... Entonces si esa mortalidad y esa presión en el sistema sanitario se pueden evitar con una mascarilla y unas medidas de higiene, creo que tendría que ser irrenunciable. La mortalidad de la gripe en otros años ha sido similar a la de estos meses de diciembre y enero con el coronavirus, y no éramos conscientes. Con solo el uso de la mascarilla en Navarra solo ha habido un caso de gripe, y no llegan a una docena los casos de virus sincitial respiratorio.