"Marcar la X en la casilla del 0,7% para fines sociales es la manera más directa de intervenir y de que los declarantes sepan dónde va el dinero para atender las necesidades de las personas con discapacidad". Así explica Manuel Arellano, presidente de Cocemfer y usuario y beneficiario de los programas y servicios ofrecidos por varias entidades sociales de discapacidad como Cermin. Enfatiza en los beneficios que conlleva para las personas con discapacidad que el resto de contribuyentes marquen la X para fines sociales en su declaración de la renta. "Todo lo que tiene que ver con el 0,7% de la declaración de la renta va directamente a beneficiar a las personas y familiares que son usuarias de las asociaciones", declara. "Ese dinero se utiliza para atender a personas con discapacidad y por ello, repercute en la de ellos y ellas", detalla. "El no contar con esa ayuda afecta en las terapias, calidad de vida, rehabilitación de personas con discapacidad que necesitan de estos servicios para que sus condiciones vitales sean mejores", señala.

Según Arellano, es la forma en la que las personas pueden decidir cómo colaborar, ya que "es una acción súper bonita, altruista y no le afecta negativamente a la persona que decide marcar la X. Entonces, ¿por qué no hacerlo?". Esta cuestión plantea Manuel Arellano en plena campaña de la declaración de la renta a modo de llamada para colaborar con estos fines sociales.

Experiencia personal "Yo soy una persona transplantada renal. Para mí la parte nutricional es muy importante y he estado utilizando los servicios de nutrición durante un par de años para aprender a comer bien de acuerdo a mi situación", expresa Arellano. "En mi familia, en concreto mi mujer, ha estado utilizando la parte que ofrece Cermin de psicología. Es un servicio muy importante para las familias a la hora de aprender a convivir con la enfermedad", expone. "Aprender a vivir con una persona con discapacidad es muy duro, hay muchas cosas que no se pueden hacer o se deben hacer de otra manera", destaca. Manuel Arellano cuenta desde su vivencia personal "lo necesarias que son esas terapias y servicios" para mejorar la calidad de vida. "Las personas con transplante de riñón corremos el riesgo de que nuestra musculatura se atrofie y debemos hacer una serie de ejercicios y en asociaciones como Cermin se ofrece", explica. Se muestra indignado ante la peculiaridad de que en Navarra se destina un 0,35% a fines sociales y otro 0,35% a la Iglesia. "Si tuviésemos la opción de marcar el 0,7% completo como otras comunidades, recaudaríamos mucho más". Porque como destaca Manuel Arellano, "esto no son caprichos, son servicios adaptados a nuestras necesidades para vivir de manera digna", señala.