l universo de la ciencia-ficción se alimenta de personajes propios de la política de nuestros días. Diario Crítico, viernes 16 de abril: “Ocurrió este jueves durante la comisión de Igualdad de las Cortes Valencianas. La diputada de Vox, María de los Ángeles Criado, explicó su rechazo a una iniciativa de Ciudadanos para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso y promoción en el ámbito laboral y de las administraciones públicas. La mujer, si cobra menos, es porque así lo decide ella misma, afirmó la parlamentaria de la formación de extrema derecha”.

Y no era, tal ocurrencia, algo aislado en la escena de la piel de toro, pues ese medio mostraba, el mismo día, nuevos bríos de estos actores. Cuando la “ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra”, quiso abordar “una verdad incómoda y señaló a la Iglesia que en nuestro país ha sido cómplice demasiadas veces, encubriendo la violencia sexual hacia los niños”, la respuesta fue inmediata: “Sus palabras han molestado a los obispos, que le han afeado que intente ensuciar la labor de la Iglesia”. El espectáculo debe continuar y la nueva ministra pamplonesa se había hecho acreedora de un puesto distinguido en el viejo infierno del Antiguo Régimen ya en su debut.

¿Amén? Así sea. Y así es: “Seis trabajadoras de la limpieza y sindicalistas de LAB detenidas en Pamplona” es el titular que da paso a una información de Hordago cuatro días después, el martes 20 de abril, “acusadas de organizar dos acciones de desobediencia contra la patronal navarra y una empresa de limpieza”. Como ejemplo de anticipación, el “portavoz de LAB Navarra, Imanol Karrera”, había “avanzado a primera hora de la tarde que el número de detenidas podría elevarse a once”.

María de los Ángeles Criado contaba, por lo tanto, con información privilegiada.

Según dicha noticia, elaborada por la redacción de El Salto, las “detenciones se producen seis días después de que entre en vigor la derogación del artículo 315.3 del Código Penal, que castigaba con hasta tres años de prisión a los piquetes informativos en las jornadas de huelga”. Y, mire usted, “La extrema derecha está logrando vehicular la rabia y el resentimiento de una parte de quienes se han sentido perdedores, y también el miedo de los que tenían algo que perder”, tal y como defendía María Eugenia R. Palop en Eldiario.es el 22 de abril.

Por su parte, Marcel Beltran publicaba el lunes 26 un reportaje en rebelión.org cuyo inicio es un resumen: “Acudir a un centro de acogida y no tener a tu disposición algo tan simple como una compresa o un espacio de higiene privado. Estar más expuesta a la violencia en la calle que un hombre. No ser reconocida como una persona sin techo por los servicios sociales. Estos son algunos de los dramas cotidianos que debe hacer frente una mujer que no dispone de hogar”.

Pero el reportaje, claro está, ofrecía muchos más datos sobre dicha situación en nuestros aciagos días, pues una mujer sin techo “es una mujer invisible”, una “víctima de un problema que no se ve porque no se mira”. Ese “desconocimiento general viene precedido por varios factores, dado que “el fenómeno nunca se ha abordado desde las instituciones específicamente” e incluso esa mujer sin techo “es una mujer superviviente. Gran parte de las que alguna vez se han quedado sin hogar han sido víctimas de algún tipo de violencia”, concluye Beltran.

Es, sin embargo, el citado Diario Crítico, el que nos mostraba cómo los hombres del Nuevo Antiguo Régimen vierten sus excrementos en el wc de los machos: “El siempre polémico periodista Federico Jiménez Losantos la ha liado con su reciente comentario sobre los orgasmos fingidos de Yolanda Díaz y Mónica García”, recordaba dicho medio el viernes 30 de abril. ¿Cuál era la última broma pesada del primer actor de los más reconocidos dramas robóticos? “El locutor de Es Radio, Losantos, dijo concretamente con lo que mienten, cómo deben de ser estas tías fingiendo el orgasmo. Se deben caer los tabiques, los techos, los tejados”.

Mujer e infierno, binomio aún vigente en el gravemente enfermo 2021.

Una mujer sin techo es una mujer invisible, una víctima de un problema que no se ve porque no se mira

Losantos dijo: “Con lo

que mienten, cómo deben de ser estas tías fingiendo el orgasmo. Se deben

caer los tabiques, los techos, los tejados”