Las mujeres continúan ganando espacio en los puestos directivos de las empresas del Estado, aunque lo hacen a un ritmo tan lento que la paridad no se alcanzará hasta dentro de 50 o 60 años y a costa de una brecha salarial del 14,4 %, lo que supone un salario de 11.000 euros menos al año que los hombres.

Esta es una de las fotografías sobre las diferencias entre hombres y mujeres en el mundo laboral que ofrece el estudio "Brecha salarial y presencia de la mujer en puestos directivos 2021", elaborado por la escuela de negocios EADA y la consultora ICSA grupo sobre la base de 80.000 datos salariales.

El estudio, que se ha presentado este lunes en Barcelona, revela que la cuota de la presencia de mujeres en la empresa es del 43,4 % entre los empleados, del 28,5 % entre los cargos intermedios y del 18,8 % entre los directivos.

Incremento de más del 4%

Este 18,8 % supone un incremento del 4,4 % en relación con 2020, un paso adelante significativo si se tiene en cuenta que el crecimiento desde 2016 no ha sido nunca superior a dos puntos, aunque al ritmo que se lleva se tardarían entre 50 y 60 años en conseguir la paridad, ha alertado la socia-directora del área de consultoría de ICSA grupo, Indry Canchila. "Este ritmo no es aceptable, aunque se puede decir que vamos por buen camino", ha señalado.

Además, la mayor presencia de la mujer en las altas esferas de las empresas no se ha producido en paralelo a un incremento similar de las retribuciones y las féminas directivas cobran una media de 76.610 euros al año frente a 87.626 que perciben ellos, un 14,4 % de diferencia.

Pese a esta diferencia, la brecha salarial se va acortando y en 2021 fue un 1,5 % menor que el año anterior, y un 3,6 % por debajo de 2017, aunque aún por encima del 12 % de 2011 y del 11,9 % de 2008.

Entre los mandos, la brecha salarial de las mujeres es del 11 % al cobrar 40.042 euros frente a 4.444 euros de los hombres, mientras que la diferencia es similar (del 11,5 %) entre los empleados (24.164 euros frente a 26.932 euros).

De este 18,8 % de mujeres directivas, el 60,9 % trabajan en la pequeñas empresa, el 33,3 % en la mediana, y el 5,8 %, en la grande. Si se pone el foco en la presencia de las directivas por departamentos de dirección, el de recursos humanos es el que concentra a más mujeres, ya que supone el 32,6 %, frente a un 67,4 % de hombres.

Respecto al 2008, el informe revela que, excepto en el área de recursos humanos, la presencia femenina es ahora todavía inferior. El estudio de EADA e ICSA, que llega a su edición número 15, desvela también que el nivel de formación de las mujeres en puestos directivos es mayor que el de los hombres, ya que el 42,7 % tiene un máster o postgrado, frente al 42,4 % de ellos; y el 47,9 % tiene estudios universitarios (ellos el 44,9%).

El 12,8 % de los directivos no tiene formación universitaria, porcentaje que entre las mujeres es solo del 9,3 %. Canchila y la doctora Aline Masuda, profesora e investigadora de EADA Business School, han defendido la realización de auditorías retributivas que hagan aflorar los datos sobre la brecha salarial, más fácil de esconder que los datos sobre presencia de la mujeres la dirección.

A su juicio, uno de los factores que dificulta el acceso de la mujer a los puestos directivos es el alto valor que se da aún hoy al presencialismo en las empresas españolas, pese a que la pandemia ha demostrado que éste no es tan importante, y a la mayor asunción de responsabilidades de la mujer en el hogar.

La mujer prioriza la flexibilidad laboral y la conciliación, lo que la lleva muchas veces a realizar sacrificios salariales. El informe apunta que las crisis pueden ser una oportunidad para mejorar la equidad si la incorporación de las nuevas tecnologías en las empresas "viene de la mano de un cambio cultural, tanto a nivel familiar como laboral".