Más de 200 locales hosteleros reabrieron sus interiores a partir del lunes sumándose a la vía de la declaración responsable, que permitía no tener límites de aforo más allá del que marcase la distancia obligatoria de 2 metros entre las sillas de diferentes mesas.

Junto a ello, los que han tomado esta decisión también debían presentar una declaración responsable con una ficha técnica con datos del local, comprometiéndose a cumplir las medidas sanitarias, así como tener un medidor de CO2 que en ningún momento pueda mostrar una cifra superior a las 800 ppm (partes por millón) de concentración y garantizar la trazabilidad de los clientes para un rápido contacto con ellos en caso de que fuera necesario.

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El resto de estos establecimientos, en una opción que según las asociaciones representantes del sector ha sido mayoritaria, se decantó por abrir al 30% de forma general, elección que no implica ninguna medida más que la de cumplir una distancia de dos metros entre mesas diferentes y no superar ese porcentaje.

En ninguna de las dos vías se permite el consumo en barra, que solo se puede utilizar para pedir y recoger la consumición. Del mismo modo, el número de personas por mesa será máximo de cuatro, ampliable hasta seis si existen 70 centímetros de distancia entre los platos de comensales, y la mascarilla es obligatoria salvo en el momento puntual de la consumición.

A pesar de que bajar a riesgo medio iniciaba un nuevo escenario para la hostelería -según la hoja de ruta deberían ampliar su aforo hasta el 50%-, sus restricciones seguirán siendo las mismas que desde la reapertura del lunes.