l árbol de la vida recibe al visitante en el hall del instituto de Mendillorri. Es un ramaje de hilos que representan el paso del tiempo. El árbol es el epicentro del proyecto del departamento de Artes Plásticas que se creó con ramas lilas por el Día de la Mujer y más tarde creció con ramas multicolor por el Día Internacional del Orgullo LGTBI+. Ahora en cambio, una rama negra recorre todo su tronco, reflejando que “la vida no siempre es de color de rosa”, como resume el alumnado creador.

Esa “otra realidad” es la que ha querido reflejar el concurso de microrrelatos titulado Denborarik Gabe. Sin tiempo. Un proyecto llevado a cabo por los departamentos de Historia, Lengua Castellana y Euskera del centro como parte de la red Escuelas con Memoria y en colaboración con el Instituto Navarro de la Memoria.

“La idea era hacer una actividad relacionada con la memoria histórica y democrática que hiciera reflexionar al alumnado”, explica Txarli Martínez, profesor del departamento de Historia. Para ello se presentaron treinta parejas de imágenes que ahora visten las paredes de la entrada del centro. En las imágenes con doble cara por un lado aparecen partes de la Guerra Civil Española, el exilio o la Segunda Guerra Mundial, y por el otro se reflejan conflictos más actuales: los refugiados, las migraciones, diferentes conflictos bélicos...

Al alumnado se le pedía que escogiera una imagen, reflexionara sobre la misma, y entregara un pequeño relato de no más de 150 palabras. “Los tiempos en la observación de los jóvenes cada vez son más cortos, pero a veces es importante saber parar y observar. Eso es lo que les hemos pedido”, señala Martínez.

El proyecto reunió un centenar de relatos de los modelos de castellano y euskera y tanto de 4º de la ESO como de Bachiller. Junto al microrrelato al alumnado se le pidió también entregar una grabación narrada del mismo. “Queríamos darle importancia a esa parte del sentimiento que solo se recoge a partir de la voz”, comenta Patxi Martínez, profesor del departamento de Historia y representante del centro en la red Escuelas con Memoria.

“Lo que más me llamó la atención fue el contraste entre las fotografías y cómo después de más de 80 años siguen pareciéndose tanto”, opina Ivet Valerieva, una de las ganadoras del concurso. “Al verlas y escribir sobre ellas me choca que lo que pasó entonces sigue pasando hoy en día”, confiesa. Urtzi Goñi, otro de los ganadores, coincide con su compañera y añade que “a la hora de interpretar las imágenes casi todos hemos tirado por los sentimientos”.

El lunes 24 de mayo se entregaron los premios del concurso. A la entrega acudieron desde el Instituto Navarro de la Memoria su director, José Miguel Gastón, así como el Jefe de Sección de Memoria, Manuel Ibáñez. Estuvieron presentes también Txarli Martínez y Patxi Abasolo como organizadores del concurso, y Erkuden Goñi como directora del centro, entre otros.

Tras la finalización del proyecto, y usando la misma práctica de microrrelatos como base, darán comienzo la semana que viene unos talleres dirigidos al alumnado de 2º de la ESO impartidos por voluntarias de Primero de Bachillerato. De este modo, los cursos superiores darán a conocer todo lo trabajado sobre el tema en clase, fomentando esa reflexionar también con los más jóvenes y ayudando a que el árbol siga creciendo.