ran esperados como agua de mayo. Tras 15 años de ausencia, el águila de Bonelli ha vuelto a la zona de Girguillano-Etxauri. En concreto, se han liberado tres polluelos, bautizados como Arguiñariz, Guirguillano y Bidaurreta, nombres de las localidades de la zona. Esta iniciativa se enmarca dentro del Proyecto AQUILA a-LIFE, que trabaja en la recuperación de esta especie en peligro de extinción. Los ejemplares, dos machos y una hembra de 78, 42 y 45 días de edad respectivamente, proceden de dos centros de cría en cautividad de Francia y del Grupo de Rehabilitación de Fauna Autóctona (GREFA) de Madrid.

A la suelta de las aves en la localidad de Arguiñariz asistió el Director General de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Pablo Muñoz; El alcalde de Guirguillano, Francisco Javier López de San Román Laño, junto a los vecinos y a los presidentes de las sociedades de cazadores de Echarren, el primer edil de Guirguillano, Rubén Azqueta, y el de Arguiñariz, Pedro Mari Gorritxo y a los técnicos que trabajan en el proyecto.

Los tres pollos de águila de Bonelli han sido liberados con la técnica de jaula-hacking o crianza campestre, con el que pasan a un recinto de aclimatación ubicado en la propia zona de reintroducción, donde permanecerán varias semanas y donde terminarán su desarrollo antes de volver al medio natural.

Desde el pasado mes de mayo, técnicos del proyecto AQUILA a-LIFE trabajan con vecinas y vecinos y también con niñas y niños de Guirguillano y Bidaurreta, en todo lo relativo a esta emblemática especie y las acciones que se van a desarrollar en su entorno. Primero fueron los representantes municipales, cazadores, ganaderos y otros empresarios de la zona quienes conocieron el área, y la visita se repitió después con los más jóvenes. A partir de entonces, la implicación de la población ha sido clave para el desarrollo del proyecto.

Con la introducción de estos nuevos ejemplares, el proyecto continúa su trabajo de protección y recuperación de estas rapaces, ya iniciado y desarrollado con éxito en las zonas de Lumbier y Cáseda, donde en los últimos años se han recuperado al menos, dos de los territorios históricos de la especie: Arbaiun-Leire y la zona de Kaparreta (Gallipienzo). Además, se siguen también los movimientos de al menos otras cuatro águilas de Bonelli liberadas a través de los Proyectos LIFE, que se encuentran en la Ribera del Ebro.