n ocasiones la opinión o la voz de los niños y niñas se suele relegar a un segundo plano argumentando que aún “son pequeños”. De este modo, se pierde una visión distinta importante y también tan rica o más que la de cualquier adulto. En esta ocasión, el borrador de la nueva ley de Infancia y Adolescencia de Navarra sí que se ha beneficiado de esas voces e ideas tan especiales y les ha dado a este colectivo la oportunidad de participar en una norma que tiene un claro objetivo, garantizar que se les escucha y que se cumplen sus derechos, y protegerlos en el caso de encontrase en una situación de vulnerabilidad. Y resulta que han sido muy activos, porque de los 618 participantes, 332 han sido menores de edad que han realizado más de 500 aportaciones.

El resultado del proceso fue expuesto ayer en Baluarte, en un acto donde se explicó cómo ha sido el proceso. El evento también contó con la participación de una cuenta cuentos que mediante una pequeña historia, contó a los menores asistentes los puntos más importantes de la norma. Al acto asistieron la presidenta de Navarra, María Chivite; el vicepresidente, Javier Remírez, y la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu.

El borrador del anteproyecto de la Ley que se ha presentado hoy recoge gran parte de las aportaciones realizadas en torno a cinco ejes: el enfoque de derechos recogido en la Convención de Derechos de la Infancia; la participación de todos los agentes implicados, especialmente de niños y niñas; el apoyo a las familias; la protección a los grupos vulnerables, con especial énfasis en la prevención y detección precoz; y el trabajo en el entorno comunitario, puesto que se trata de una ley que interpela al conjunto de la sociedad en la protección de la infancia.

En su intervención, Chivite reflexionó sobre que “a menudo se nos olvida que el mundo somos todas y todos. Y que nuestra manera de ver las cosas, tengamos ocho años, quince, veinte o setenta, tiene que estar presente en las leyes y en las decisiones de los gobiernos pero también en nuestras vidas personales”. Por su parte, Maeztu, explicó que “desde la aprobación de la actual Ley Foral, hace ya 15 años, se han producido numerosos avances de carácter social, cultural y legislativo, que demandan una mejora de los instrumentos de protección a los y las menores”.

El proceso. Para recoger las aportaciones, se han organizado 22 grupos con menores: 9 en el ámbito educativo, en horario escolar en su propio centro, 3 con entidades sociales como los consejos locales del menor, y otros 10 con menores que forman parte del sistema de protección. En paralelo, se han conformado 16 grupos con las familias: 7 son de Apymas escolares, 2 con familias que participan en entidades sociales y 7 de familiares de los menores que forman parte del sistema de protección. También se han hecho 124 cuestionarios online entre personal del entorno de protección de menores.

“Se dice que los menores tienen mucho por aprender pero los adultos debemos aprender de ellos también”

Presidenta del Gobierno de Navarra

“Necesitamos a los más jóvenes más de lo que se imaginan para ver el mundo desde su mirada”

Consejera de Derechos Sociales