Los padres de los jóvenes que viajaron a Mallorca para celebrar el fin de curso expresaron ayer su malestar y señalaron a las empresas organizadoras de estos viajes como los principales responsables del macrobrote de covid-19. Un contagio que según las últimas cifras recogidas ayer ya ha desvelado al menos 600 jóvenes infectados del virus que llegaron de ocho comunidades autónomas.

Uno de los momentos más criticados fue la celebración de un concierto de reguetón en una plaza de toros donde los jóvenes han reconocido que no se respetaron las medidas de seguridad y que muchos se quitaron la mascarilla a pesar de las indicaciones de las autoridades.

Se trata de un acto que finalmente fue desalojado y en el que muchos jóvenes reconocieron la dimensión del asunto y lo han calificado de “impresionante” y “escandaloso”.

Respecto a las responsabilidades, los padres subrayaron el incumplimiento de las medidas de seguridad por parte de las empresas que organizan estos viajes, pero también por parte de los locales en los que los jóvenes se han reunido y la responsabilidad de las autoridades baleares. En este sentido, una de las madres manifestó ayer la mala gestión del Gobierno balear que, en su opinión, debería haber espaciado la llegada de alumnos ya que “todos han ido de golpe” porque “todos querían ir el día siguiente de terminar los exámenes”.

Precisamente su hija señaló el momento del desembarco como uno de los más peligrosos ya que el cansancio acumulado durante el viaje hizo que se relajasen “demasiado en cuanto a las normas que hay que tener de seguridad”. Pese a esto, los padres entienden que sus hijos son también responsables, pero defienden que se debe a la “inconsciencia de la juventud” y que han pasado dos cursos “muy duros” por la pandemia. No obstante, los padres aseguran que “se lo han pasado fenomenal”.

De esta forma, los familiares ven bien las medidas de cribado que Sanidad está realizando para conocer la extensión del brote y aseguran que se pondrán a disposición de las autoridades sanitarias para conocer si sus hijos están afectados o no.

268 jóvenes sospechosos en Palma Con estas medidas, por ejemplo, el Govern balear ha detectado ya 268 jóvenes en Mallorca que podrían haber tenido relación directa o indirecta con algunos de los positivos registrados en los últimos días en diferentes comunidades autónomas. El ejecutivo balear ha comenzado ya el traslado de aquellos menores cuyos tutores han dado autorización al hotel puente (Palma Bellver) destinado a acoger a turistas que han podido ser contacto estrecho. Ya han sido trasladados 33 estudiantes y en las próximas horas se continuarán realizando los traslados que sean necesarios. El Servicio de Salud de Baleares realizó los traslados en ambulancias y solicitó discreción y respeto a la intimidad de los menores. Todos los estudiantes proceden de Galicia, País Vasco, Andalucía y Madrid.

Asimismo, el resto de menores rastreados están bajo vigilancia de la autoridades sanitarias a la espera de pruebas diagnósticas que garanticen la salud pública. La identificación como contactos estrechos se ha realizado por el Servicio de Epidemiología de la Conselleria, una vez iniciado el rastreo de contactos por la Central de Coordinación Covid en el momento en que se tuvo conocimiento de casos en las comunidades de origen.

Asimismo, según informó ayer el Govern balear, desde la Conselleria de Salud se ha realizado el cribado de alrededor de 300 trabajadores de los seis hoteles que se han visto afectados por este macrobrote.

Con un aforo de 300 personas

Y anoche, prueba en una discoteca

Contagios. Y ayer por la noche la discoteca Social Club Mallorca, en Palma de Mallorca, celebró una prueba piloto para valorar las condiciones de reapertura del ocio nocturno ante la pandemia de la covid-19. El evento contó con un aforo máximo de 300 personas que deben ser mayores de 25 años. Todos los clientes que participaron en la prueba debieron presentar un certificado oficial de covid de la UE que indique que han sido vacunados con ambas dosis o con la primera dosis 15 días antes del evento. Los clientes no vacunados debían presentar una PCR negativa como máximo 72 horas antes del evento o una prueba de antígeno negativa. Durante el evento, los asistentes estuvieron obligados a llevar mascarillas FFP2.