Por responsabilidad propia, por la preocupación de los brotes de los últimos días y para que la pandemia vaya remitiendo. Estas son las tres razones principales por las que los jóvenes navarros de entre 20 y 30 años están acudiendo a vacunarse contra la Covid-19. Desde que el pasado 1 de julio, el Departamento de Salud abriese el plazo para coger hora electrónicamente, miles de jóvenes han asistido a los centros de vacunación situados en varias zonas básicas de Salud a lo largo de toda Navarra. Aunque algunos afirmaban que al principio no estaban totalmente convencidos de si ponerse la vacuna por temor a los efectos secundarios que estaba habiendo en la gente mayor, apuntaron que es mejor que pasar el coronavirus.

Itziar Arana, que venía desde la localidad de Falces, manifestó que había sido ella misma la que se autoconvenció para vacunarse. “Es la única manera de acabar con esto y volver a nuestra vida normal”, declaró la joven, de 29 años. También hay quien el paso del tiempo le ha inducido a inocularse el compuesto de Pfizer, como el pamplonés Jon Rico, de 27 años: “Ahora que muchas personas están vacunadas y veo que están bien no tengo miedo”.

Parecido es el caso de Delia Lou, vecina de Zizur Mayor de 29 años, que comentó que al principio tenía bastantes dudas pero que finalmente han sido sus amigas la que le han animado a vacunarse. “Estoy nerviosa, sobre todo, porque me voy a Argentina en unas semanas y no quiero que los casos de los últimos días afecten al viaje”, señalaba la joven zizurtarra antes de vacunarse.

Los viajes, pendientes

Las vacaciones de verano son precisamente otro de los asuntos que más tienen en cuenta los jóvenes. El murchantino Jabier Aguado, también de 29 años, explicó que tenía pensado irse de viaje a Portugal con su pareja pero que finalmente se han decantado por Galicia para no tener que cruzar fronteras internacionales.

A pesar de que la mayoría de jóvenes apuntaron que de momento no están en riesgo sus desplazamientos estivales, incluso algunos se marchaban esta misma semana de viaje, hay personas como Xavier Mariña, ecuatoriano de 25 años residente en la Rochapea, que todavía ponen en duda sus vacaciones con familia y amigos, debido a la complicada situación.

NO SANFERMINES

Desde luego que los últimos brotes relacionados con Salou, Sanfermines o Lesaka han hecho que la preocupación por un posible contagio vaya en aumento. Muchos jóvenes lamentaron que la acción de unos pocos retrase la labor que se lleva haciendo un año y medio. “Todos queremos volver a salir de fiesta como antes, pero ahora no toca”, afirmó el pamplonés de 26 años Óscar González, que además dijo que siendo maestro lo ve como una obligación, ya que en ocasiones no se puede guardar la distancia de seguridad.

Sin embargo, a la mayoría no le pilla de sorpresa los nuevos casos entre la juventud. “Viendo las imágenes de botellones que ha habido en las fechas en las que hubieran sido Sanfermines, no me extraña que los datos de contagiados estén tan altos”, expresó la vecina del barrio de Azpilagaña Leyre Salinas, de 25 años, que sí que se mostró bastante preocupada por las personas que no comunican que tienen síntomas compatibles con la Covid-19 o que han sido contactos estrechos de positivos para evitar el confinamiento.

De hecho, algunos jóvenes que acudieron a vacunarse ya tenían amigos o familiares confinados porque habían sido contactos estrechos de personas que habían viajado a Salou o que habían salido algún día de los no Sanfermines.

Ahora, dicen que van a vacunarse por responsabilidad y para no ser los próximos transmisores de la Covid-19, ya que es su manera de aportar un “granito de arena”.