“Vengo con muchas ganas de ponerme las dos vacunas, para olvidarme de una vez de esto y también para estar más tranquilo y más protegido para lo que venga”, ha reconocido Félix Juan Erdozáin al entrar al centro de salud de Aoiz. Ha cruzado la puerta acompañado de su mujer Mª Isabel Eguaras, con quien hace unos meses celebró las bodas de diamante, 60 años juntos.

La pareja ha entrado al centro de salud y, sin esperar, han cruzado el pasillo y han accedido a la sala en la que una enfermera le iba a inocular la vacuna contra la covid-19, la tercera que recibe después de las dos que ya se inoculó el pasado abril.

A él le ha seguido Mª Isabel. Un pinchazo en el brazo izquierdo a cada uno y listo. “Muy bien pareja, pasad ahora a la sala de al lado y mi compañera os pondrá la de la gripe”, les ha comentado la enfermera. Han cambiado de consulta, y entonces tocaba remangarse la ropa por el brazo derecho para recibir la vacuna antigripal. “Esperen ahora 10 minutos y si se encuentran bien ya se pueden marchar”, les ha comentado la enfermera.

“No duele nada y no creo que vaya a tener efectos secundarios, la otra vez estuve perfectamente”, ha relatado Mª Isabel mientras esperaban los 10 minutos de seguridad. La pareja ha comentado que por fin se está recuperando la normalidad: “Ahora se pueden hacer más cosas y eso es bueno”, ha señalado Félix Juan, a lo que Mª Isabel ha respondido: “Sí, pero creo que se va demasiado deprisa y hay gente que no usa la mascarilla”.

También se han acercado juntos José Antonio Abaurrea y Tomasa Oroz, una pareja de Arrieta (Valle de Arce) que ha recibido también las dosis contra la gripe y contra la covid. “La verdad que da un poco de respeto, porque son las dos a la vez, pero si recomiendan vacunarse será que no hay ningún problema”, ha señalado Tomasa. José Antonio ha destacado la importancia de la vacuna para luchar contra la covid-19 y contra la gripe y ambos han relatado que, aunque las cosas están mejor “todavía deberíamos de tener mucha precaución”.

Esperando junto a ellos, sentado en su andador, está Francisco Javier Aquerreta, vecino “de toda la vida” de Aoiz, que vive en la que “probablemente sea la casa más antigua del pueblo”. Ha aguardado los 10 minutos de rigor tras haber recibido las dosis. “Yo ni me lo he pensado, ya nos hemos vacunado antes y ha ido estupendamente, pues ahora también; además, así podemos estar más tranquilos”, ha manifestado.