- Varias asociaciones protectoras de animales de Navarra ofrecieron ayer una rueda de prensa en el aeropuerto de Noáin para denunciar el caso de una perra que murió en las instalaciones del aeropuerto por inanición después de pasar 19 días sin poder salir de las pistas ni recibir atención de nadie. Ana d'Ors, propietaria de Faustine, la perra fallecida, denunció la indiferencia tanto del aeropuerto como de los cuerpos policiales a la hora de hacerse cargo del animal.

Faustine, una perra de cinco años que había sido adoptada hacía seis meses por la actual dueña, escapó el día 24 de noviembre tras asustarse con un coche cuando paseaban por la regata de Elorz hacia el monte. En su huida cruzó Esquíroz y llegó hasta el aeropuerto para refugiarse. De alguna forma logró entrar en el recinto aéreo, en el que permaneció un total de 19 días a la intemperie. "Aguantó sin tener ni siquiera un mendrugo que llevarse a la boca, sin tener siquiera un gesto de cariño, de alguien que le reconfortara un poco, consumiéndose lentamente", relató la propietaria.

Los intentos de búsqueda de Ana no dieron resultado, y tampoco los avisos realizados al 112, Seprona, Policía Foral, Guardia Civil de Tráfico, Municipales y Alguaciles de las Cendeas de Galar y Zizur. "Hablamos con mucha gente, pusimos carteles por toda la comarca de Pamplona e hice un montón de llamadas", explicó la dueña. Ninguno de ellos le informó de la presencia de un perro en el aeropuerto, a pesar de que siguió llamando cada poco tiempo hasta el 13 de diciembre, fecha en la que se le notificó la muerte. En una de esas comunicaciones, la dueña del animal fue informada de que Faustine había sido vista unos días antes en las pistas del aeropuerto, pero no habían conseguido capturarla. Dicha información evidencia que ya se tenía un conocimiento previo del lugar donde se encontraba la perra, y que no se realizó ninguna acción para atenderla.

Finalmente, el día 13, Ana recibió la llamada de la Guardia Civil, quienes le notificaron que Faustine se encontraba en el aeropuerto. "¿Es usted la señora que estaba buscando una perrita que se perdió en Esquíroz?", le preguntaron. "Yo me vi contentísima, me puse feliz. Después de la alegría que me había llevado, pensando que la perrita estaba viva, me dijeron que estaba muerta. Me quedé hecha polvo. Cuando la vi, creí morirme", resumió Ana. La perra falleció por inanición, quedando postrada sin poder moverse unos días antes al llegar a la caquexia total.

La propietaria y las asociaciones quisieron denunciar la descoordinación entre las fuerzas policiales y la inacción por parte del aeropuerto al conocer la ubicación del animal. "Pedimos que el aeropuerto depure responsabilidades de lo que ha pasado, porque ha hecho una omisión de auxilio".

Por su parte, Aena, gestora del aeropuerto, puntualizó ayer que el 30 de noviembre habían detectado la presencia del animal en el área de movimiento de las instalaciones. Tras avisar a Operaciones, se activó el procedimiento establecido por Seguridad Operacional para su localización. Participaron el servicio de bomberos del aeropuerto, el servicio cinológico de Guardia Civil, un helicóptero del Gobierno de Navarra, operaciones del aeropuerto y la torre de control. Tras peinar la zona lograron contacto visual pero sin conseguir capturarlo. Tras varios intentos el animal desapareció de la vista y se consideró que había salido del recinto. A partir de entonces, según Aena, las comprobaciones diarias no ofrecieron resultado positivo hasta que el cadáver de la perra fue enconrtado el día 13.