La subida de los precios de los carburantes, la energía y el gas también va a afectar al sector turístico. “Auguramos que puedan subir los precios incluso para ahora”, admite Juanchi Patús, presidente de la Asociación Navarra de Agencias de Viaje (Anavi). El turismo conlleva inevitablemente el uso de medios de transporte, alojamientos y servicios que utilizan todos esos suministros que han experimentado un alto incremento en los precios. “Va a afectar seguro al sector turístico, como a todos los sectores. Hay que aceptar la subida que va a conllevar la subida de precios, que si no llega ahora va a llegar pronto”, vaticina.

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Ante esta inflación que previsiblemente afectará al precio de los billetes de autobús, tren o avión, a las noches reservadas en hoteles y a las cuentas de comidas en bares y restaurantes, poco hay que hacer. Trucos recurrentes como reservar con mucha antelación o a última hora para conseguir precios más asequibles no se escapan a la subida. “No podemos recomendar nada. No sabemos cuándo va a subir… la única certeza es que cualquier producto o servicio va a subir en breve, porque hay unas causas externas que hacen que el servicio encarezca. Lo tenemos asumido”, sentencia Patús. Para desconectar de la rutina viajando, este año, habrá que rascarse algo más el bolsillo.

Autobuses y hoteles piden ayudas

La subida de los costes para los servicios como el transporte en autobús o los hoteles hace que estos sectores comiencen a pedir al Gobierno estatal ayudas para evitar que todo el incremento de precios recaiga en el consumidor.

Así, la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús) ha propuesto al Gobierno la aprobación de un bono combustible por un valor total de 622 millones de euros para compensar el gasto adicional que los autobuses tienen que desembolsar por el incremento del precio de los carburantes.

La entidad recuerda al Gobierno que el transporte de viajeros por carretera está padeciendo “una crisis sin precedentes desde el inicio de la pandemia”, ya que el confinamiento y las posteriores restricciones hicieron caer la demanda entre el 90% y 100%, mientras que en 2021 la pérdida de viajeros se cuantifica en 1.018 millones.

“Ante esta delicada situación, es necesario la Administración ponga en marcha, de forma urgente, medidas ágiles y fáciles de tramitar que permitan a las empresas amortiguar las duras consecuencias de esta grave crisis energética”, defienden.

Por su parte, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) reclama ayudas directas o financiación procedente de los fondos europeos para que los hoteles renueven sus instalaciones hacia un modelo más sostenible y reduzcan su consumo de energía.

Al no ser una medida rápida de implantar, anuncian que la subida de precios para el cliente será “inevitable” si la factura energética continúa siendo tan elevada. “Se puede aguantar si es un problema coyuntural, pero si sigue así habrá que hacerlo, aunque no sea de forma proporcional a la subida de costes”, asegura su presidente, Jorge Marichal.