El I Congreso Estatal de Mentoría Social, que se celebra entre desde ayer y hasta el viernes en el Baluarte de Pamplona, ha reunido a más de 200 personas con el objetivo de poner en valor esta metodología como instrumento “clave” para la inclusión de los colectivos en situaciones de vulnerabilidad.

Según informaron los organizadores del evento, se trata de un encuentro “sin precedentes” en el que se explorarán prácticas y experiencias de la aplicación de la mentoría social: una metodología de intervención de personas que voluntariamente se ofrecen para proporcionar apoyo a distintos colectivos, desde jóvenes y adolescentes, mujeres que han sufrido violencia machista, población refugiada, personas internas en prisiones, infancia en situación de vulnerabilidad o personas con discapacidades.

El congreso, que acoge a responsables de diferentes ámbitos de las administraciones públicas y universidades, de programas de entidades sociales, asociaciones feministas, antirracistas y profesionales de la judicatura, arrancó con un acto inaugural en el que participaron el consejero de Políticas Migratorias y Justicia, Eduardo Santos, la vicerrectora de la UPNA, Begoña Pérez Eransus, y la presidenta de la Coordinadora de Mentoría Social, Laia Bernués.