Iranzu Goñi, de 21 años, es uno de los muchos ejemplos de éxito de la Fundación Ilundain. Iranzu entró a la FP Básica de Agrojardinería con 16 años y hoy, después de un lustro, está a punto de terminar un grado superior y está haciendo prácticas en el Ayuntamiento de Burlada.

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“No conocía Ilundain, la acabé conociendo porque entré al COA y me comentaron que tenía una plaza para entrar. A mí me iba muy mal en el instituto, en Villava. Era un infierno. Era en euskera y yo lo entendía muy mal, porque mi familia no lo habla. Entre eso y que no me sentía integrada con la gente, me hacían muchos vacíos, lo pasaba muy mal y no quería ir nunca”, explica Iranzu.

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Tampoco los primeros pensamientos después de saber que entraría en Agrojardinería fueron buenos.

“Cuando iba a entrar estaba con miedo de cómo sería Jardinería, andaba un poquito perdida, no sabría ni si habría chicas ni nada, pero cuando llegué aquí, ya tenía cuatro compañeras que nos hicimos amigas y hasta día de hoy tengo contacto con ellas”, explica Iranzu, que asegura que le gustó tanto lo que hacía que, tras terminar la FP Básica no se lo pensó y se animó a hacer un grado medio de Jardinería y Floristería, en la Txantrea. “Vi que me encantaba el tema de andar conociendo plantas, mantener el entorno que nos rodea, trabajar así te da mucha vida, así que me animé”.

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Y no se quedó ahí: “Teniendo ya el grado medio, me animé a hacer un grado superior, que es muy parecido al medio, pero sí que hay que estudiar un poquito más de materia. Ahora mismo estoy terminándolo, estoy de prácticas en el Ayuntamiento de Burlada y solo me falta el proyecto final”.