El aumento de la edad de la maternidad, provocado principalmente por la precariedad y los problemas de acceso a la vivienda, está generando una serie de cambios demográficos y sociales que ya se empiezan a notar entre la ciudadanía. Una de ellas, la explica Manuel Rodríguez, decano del Colegio de Sociología de Navarra: "A muchas parejas se les junta el cuidado de sus hijos con el de sus padres. Si cada vez se tienen hijos más tarde y aumenta la esperanza de vida, muchos van a tener hijos todavía pequeños y padres mayores a los que cuidar".

Esta realidad es resultado del retraso de la maternidad que se viene experimentando en los últimos años y que, a su vez, es consecuencia de varios factores. Para Rodríguez, los principales son la precariedad y, sobre todo, la dificultad de acceso a la vivienda. "El precio de la vivienda, tanto de alquiler como de compra, está desorbitado, más aún si lo comparamos con los salarios de la gente joven. Por tanto, la emancipación se está retrasando y sin ella es muy difícil que una pareja tenga un hijo", explica.

Asimismo, el sociólogo apunta a que los estudios se han alargado, algo que retrasa el inicio en la vida laboral de los jóvenes y su capacidad de tener un proyecto de vida propio. "Ahora la época estudiantil dura más que antes. Muchos de quienes van a la universidad, un gran porcentaje mujeres, hacen cuatro años de carrera y luego dos de máster, porque ahora hay una mayor competencia y más exigencia formativa. Esto retrasa la entrada al mercado laboral y alarga de alguna manera la juventud", resalta Rodríguez.

Parón de la trayectoria laboral

Además, en el caso concreto de las mujeres -que son quienes soportan el embarazo- el periodo de gestación supone "un parón en su trayectoria profesional", por lo que muchas anteponen esa trayectoria y van retrasando la decisión de ser madres. "El mercado laboral se basa en la competencia y ser madre supone un parón en la vida laboral de una mujer y muchas veces esa pausa hace que se queden atrás", expone el decano del Colegio de Sociología. En este sentido, señala que esta cuestión afecta "mucho más a las mujeres que a los hombres": "Hay una diferencia evidente y, aunque se ha empezado a igualar, es algo que todavía no se ha solventado, siendo la mujer la que más sufre el proceso de embarazo".

De cara al futuro, Rodríguez cree que esta tendencia se mantendrá y que va a suponer un problema para la pirámide demográfica de la población: "La natalidad es muy baja y cuando el boom natalista- la gente que tiene ahora 50 años- se jubile, va a ser muy difícil reemplazar todos los puestos de trabajo".

SUS FRASES

"El precio de la vivienda está desorbitado; por tanto, la emancipación se retrasa y sin ella es muy difícil que una pareja tenga un hijo""Ser madre supone un parón en la vida laboral de una mujer y muchas veces esa pausa hace que se queden atrás"