Cádiz. Irmgard Lundberg ha iniciado a sus 94 años y desde su país, Suecia, una campaña para averiguar el paradero de su hijo Fred, del que no sabe nada desde 1948, cuando entregó a su bebé de quince meses a un médico de oscuro pasado nazi y que trabajaba en Chipiona (Cádiz) para que le curarse de una enfermedad que padecía.

En una vídeoconferencia durante una rueda de prensa celebrada hoy en Cádiz, la propia Irmgard Lundberg, acompañada de su nieta, ha pedido la colaboración de toda aquella persona que pueda aportar alguna pista para conseguir saber algo del paradero de su hijo, al que, según ella cree, robó el doctor Luis Gurruchaga, que fue conocido también como "doctor Pirata".

La historia se remonta a 1947 cuando el 3 de febrero Irmgard y su marido Sven Lundberg tuvieron a su hijo en Duisburgo (Alemania).

Al poco tiempo se marcharon a Suecia, donde recibieron una oferta para trabajar en la ciudad marroquí de Tánger, adonde se desplazaron a finales de febrero de 1948.

Fue en Tánger donde conocieron a Gurruchaga, quien se presentó como médico y director del sanatorio marítimo de la localidad gaditana de Chipiona.

Para entonces, el pequeño Fred ya había sufrido varias intervenciones quirúrgicas porque había nacido con un problema en la espalda y una hernia inguinal crónica.

El periodista Wayne Jamison, que ha ofrecido en Cádiz la rueda de prensa para apoyar la causa de la madre de Fred, ha explicado que Gurruchaga, un personaje sobre el que prepara un libro, tenía un pasado nazi que le había llevado a refugiarse en España y a trabajar como médico, bajo el nombre de Luis Gurruchaga en la clínica de Chipiona.

Además, según sus investigaciones, se dedicaba también al contrabando, de ahí que le llamaran Doctor Pirata, y que viajara con asiduidad a Tánger, donde conoció a los padres de Fred.

El médico les recomendó a los Lundberg una serie de tratamientos médicos para el niño en Chipiona y, por eso, aceptaron que el doctor se lo llevara al sanatorio que dirigía, con la promesa de retornarlo a las dos semanas. Pero el pequeño nunca regresó.

"Era un niño muy dulce, muy especial", ha recordado hoy en la rueda de prensa Liana Romero, de 72 años, quien conoció a Gurruchaga y Fred cuando ella tenía 14 años, y cuyo testimonio ha validado que el pequeño sí llegó a estar en Chipiona en aquella época.

"A nosotros nos dijeron que el niño murió por una insolación", ha recordado Romero.

Gurruchaga tardó varios meses en comunicar el supuesto fallecimiento del niño a sus padres y fue posponiendo explicaciones sobre por qué no regresaba, hasta que terminó confirmando su muerte e incluso llevando fotos del cuerpo del pequeño.

"Aquel no era mi niño", ha explicado la madre, quien acusa al médico de haberle engañado con informes médicos y certificados de defunción manipulados.

El periodista Wayne Jamison ha relatado que, desde entonces, hace 72 años, sus padres iniciaron "una agotadora búsqueda sin resultados", porque se encontraron "explicaciones contradictorias y continuas decepciones que incrementaron su dolor", a pesar de contar con la intervención de la Interpol o el Gobierno sueco.

Irmgard no ha dejado de pensar en su hijo y no se rinde en su intención de recuperarlo, de ahí que, junto a sus familiares, amigos y la Asociación SOS Bebés Robados de Jerez, ha habilitado una página en las redes sociales (Buscando a Fred Lundberg) y un correo electrónico (buscandoafredlundberg@yahoo.com) para intentar recabar algún dato sobre su paradero.

Fred, que ahora tendría 73 años, cumplidos hoy mismo, fue operado de bebé para corregirle un problema en la espalda, de forma que se le introdujo una varilla de plata en el cuello, que puede ser una pista para identificarlo.