La Policía Local de Villava ha detenido a un varón como autor de un supuesto delito de allanamiento de morada después de acceder al interior de una vivienda de la localidad con la ayuda de un cerrajero profesional y ser descubierto por los moradores del domicilio. Este mismo hombre, de origen dominicano y vecino de Villava, fue identificado días atrás con una barra de uña en el mismo edificio, junto a su hijo.

El arresto se produjo este pasado jueves, sobre las 19.45 horas, después de que un vecino de rellano de la vivienda allanada alertase a la Policía Local. Esta persona explicó a los agentes que había visto por la mirilla a dos personas desconocidas que estaban intentando entrar en el domicilio de un vecino, y que no era la primera vez que ocurría.

A su llegada, los policías observaron a un hombre que abandonaba el portal y que les dijo que salía de su casa, si bien al ser identificado se comprobó que residía en las cercanías. Los inquilinos de la vivienda allanada explicaron a los agentes que se encontraban en casa cuando de repente descubrieron a una persona en el interior de su domicilio, que había entrado con la ayuda de un cerrajero.

Los agentes identificaron a la otra persona que resultó ser un cerrajero, el cual aportó su tarjeta profesional, quien indicó que le habían llamando por teléfono solicitándole un servicio de cerrajería para abrir una puerta. Los vecinos congregados en el portal identificaron al varón detenido como la persona que había entrado en la vivienda, por lo que fue trasladado a las dependencias de la Policía Foral como autor de un delito de allanamiento de morada.

INCIDENTES DÍAS ATRÁS

El hombre detenido protagonizó días atrás varios incidentes en el mismo edificio. El día 4 de mayo una vecina del inmueble alertó a la Policía Municipal sobre las 22.00 horas al ver a dos varones con una “barra de uña” en el portal. Tras acudir una patrulla al lugar, los dos individuos se habían marchado del lugar, pero regresaron nuevamente, donde fueron identificados y denunciados por no llevar mascarilla.

Minutos más tarde de marcharse a su domicilio, otro vecino de la misma calle alertó a la Policía Municipal al ver nuevamente a las dos misma personas en el lugar y esta vez con un martillo. Al acudir los agentes, los vecinos les entregan una barra de uña escondida en el garaje perteneciente a los dos varones identificados previamente, que volvieron a ser denunciados por no llevar mascarilla. Pasada la medianoche, una patrulla localizó a los dos varones caminando por la calle, por lo que fueron propuestos para sanción por incumplir el toque de queda.