Triste y disgustado. Así se encuentra el acalde de Aibar, Aritz Burguete, después de que en la madrugada de hoy se produjesen graves incidentes en los que se arrojaron todo tipo de objetos contra patrullas de la Guardia Civil. "Por la mañana estaba la zona intransitable, parecía un campo de batalla", ha explicado Burguete.

Los incidentes ocurrieron sobre las 4 de la madrugada -Aibar no tiene toque de queda- en el último día de las no fiestas de la localidad, cuando acudió la Guardia Civil para dispersar un botellón en el que participaban decenas de jóvenes. "No había nada organizado, no entendemos como pudo venir tanta gente de fuera al pueblo", ha matizado el alcalde. Ante la presencia de los agentes, un grupo de jóvenes comenzó a lanzar objetos contra las patrullas, entre ellos un bolardo que rompió la luna de uno de los vehículos policiales, que tuvieron que abandonar el lugar. "Quienes originan los altercados no son de la localidad. Aibar siempre ha sido un pueblo tranquilo, nunca había pasado nada así. Además, hay muchos vídeos y aquí nos conocemos todos; en las imágenes no se ve a ningún vecino lanzando cosas", ha defendido, al tiempo que quiso "condenar lo ocurrido, no estamos de acuerdo con lo que ha pasado".

En este sentido, el alcalde ha puesto en valor la respuesta de los vecinos del pueblo que se encontraban en las inmediaciones del altercado: "En cuanto ha pasado todo muchos jóvenes del pueblo han limpiado la zona, que estaba destrozada, con contenedores cruzados. Entre todos han recogido los cristales y la basura del suelo. Después ya ha acudido la brigada de limpieza del Ayuntamiento que ha continuado con las labores de limpieza. Burguete se ha mostrado muy apenado por lo ocurrido y ha recalcado que Aibar siempre ha sido un pueblo tranquilo, ajeno a estos problemas: "Son unos incidentes muy graves que han ocurrido en Aibar, pero el pueblo es una víctima de lo que ha ocurrido".

Actos "absolutamente rechazables", según Remírez

Por otra parte el vicepresidente y consejero de Interior del Gobierno foral, Javier Remírez, ha calificado de "absolutamente rechazable" lo ocurrido. "Mi reconocimiento y apoyo del Gobierno de Navarra a la labor que vienen realizando Guardia Civil y Policía Foral y todas las fuerzas policiales preservando la salud pública pese a las respuestas intolerables de una minoría irresponsable", ha condenado Remírez a través de su cuenta de Twitter.