Una familia compuesta por la pareja y sus dos hijos, de tres y un año de edad, han muerto este martes al incendiarse la oficina bancaria abandonada que ocupaban.

El incendio se ha desatado hacia las seis de la mañana de este martes, por causas que los Mossos d'Esquadra están investigando, en un local ocupado del Eixample barcelonés en el que residía la familia fallecida junto al menos otras cuatro personas, que han resultado intoxicadas por inhalación de humo.

Cuando los servicios de emergencia han entrado en el local, una antigua sucursal bancaria propiedad de EVO Banco que había ido cambiando de titular con los vaivenes de la crisis financiera, han hallado a las cuatro víctimas mortales: un hombre pakistaní de 40 años con su pareja rumana, de 38, y sus dos hijos pequeños, que llevaban dos años en esa oficina precariamente reconvertida en vivienda.

De hecho, la familia estaba siendo objeto de seguimiento por parte del Ayuntamiento de Barcelona, que conocía su situación y les habían proporcionado alimentos y atención médica, así como escolarizado al hijo mayor fallecido y tramitado su padrón sin domicilio fijo, requisito imprescindible para acceder a prestaciones sociales.

La pareja llevaba más de una década residiendo en España pero sin conseguir permiso de residencia y trabajo, por lo que tenían que ganarse la vida recogiendo chatarra o, en ocasiones, mendigando en la misma puerta del local ocupado, que, ha precisado el ayuntamiento, mantenían en las mejores condiciones de habitabilidad posibles.