Con 18 años, lleva acumulada una hoja de antecedentes que salpica varias páginas. 105 sanciones, denuncias, identificaciones y condenas siendo menor que le habían llevado interno a un centro especializado. En uno de los permisos que disfrutaba, volvió a saltarse la ley. Por ello ha sido condenado de conformidad en la mañana de este jueves a dos años de prisión y 166 euros de indemnización en el Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona por un delito de robo con intimidación. Tras haber estado dos semanas en prisión preventiva, ayer fue puesto en libertad y devuelto al centro de menores para que cumpla íntegra la medida de seguridad a la que fue condenado en su día cuando no había alcanzado los 18 años.

Así no te vas descalzo

Su primera condena en la mayoría de edad se refieren a unos hechos ocurridos en la Vuelta del Castillo, a la 1.30 horas del pasado 28 de diciembre, cuando asaltó a una pareja de jóvenes que se encontraban sentados en un banco. Iba esta vez en compañía de un menor y lo hacían armados con un cuchillo, que se lo exhibieron a una de las víctimas y se lo pusieron cerca de la garganta y de la cintura. Les reclamaron las carteras, el dinero y los móviles. Las víctimas entregaron lo que llevaban: una cantidad pequeña de dinero, las tarjetas de transporte urbano de la mancomunidad para la villavesa y los móviles. Además, el acusado vio las zapatillas que el chico llevaba puestas y le requirió para que las entregara a cambio de las que él llevaba puestas. "Así no te vas descalzo a casa", le dijo.

Y precisamente las zapatillas fueron clave para localizarles. A la noche siguiente, una patrulla de seguridad ciudadana localizó un grupo de personas participando en un botellón cuyo entorno habían ensuciado con basura. Al identificar a los jóvenes se percataron de que uno de ellos portaba unas zapatillas de tamaño mucho mayor al que le correspondía.

Los policías forales comprobaron que la descripción de los presuntos autores coincidía con la de las personas que estaban identificando en ese momento, conocidas por sus múltiples antecedentes policiales. En el registro de sus pertenencias encontraron uno de los teléfonos robados la noche anterior y una tarjeta de transporte urbano manipulada, a la que había eliminado la fotografía y parte de la numeración.

Los presuntos autores son un menor de edad -con antecedentes por robo con violencia e intimidación- y un joven de 18 años al que le constan 105 hechos y antecedentes como robos con fuerza, robos con violencia, hurtos, apropiación indebida, daños, atentados contra agentes de la autoridad, lesiones, amenazas, resistencia y desobediencia.