Dublín - El nuevo Gobierno norirlandés de poder compartido pidió ayer al primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, que conceda a la región un cuantioso paquete financiero para abordar el deterioro de sus servicios públicos e infraestructuras, después de tres años de parálisis política.

La ministra principal norirlandesa y líder del Partido Democrático Unionista (DUP), Arlene Foster, recordó ayer que las formaciones norirlandesas dieron “un paso al frente” al aceptar el pasado viernes “el acuerdo político” de gobernabilidad elaborado por Londres y Dublín, tras meses de intensas negociaciones.

“Ahora le toca al primer ministro dar un paso al frente respecto a la cuestión de los recursos financieros”, dijo Foster.

Tres años después de su colapso, el Gobierno autónomo de poder compartido entre protestantes y católicos volvió a reunirse el pasado sábado y ayer sus miembros se entrevistaron en Belfast con Johnson y su colega irlandés, Leo Varadkar. Ambos dirigentes felicitaron a las formaciones por los esfuerzos realizados para aparcar sus diferencias.

“El acuerdo del Viernes Santo vuelve a funcionar. Se retomará la cooperación entre el norte y el sur (de Irlanda). Vamos a reforzar y acentuar nuestra cooperación”, declaró Varadkar.

Además de la conexión entre las dos Irlandas, el jefe del Gobierno de Dublín también habló de las relaciones entre su país y el Ejecutivo británico, que se han visto afectadas por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

Cooperación “Nuestra amistad siempre ha estado ahí. Ahora existe la oportunidad para desarrollar aún más la cooperación y vínculos entre este y oeste”, precisó Johnson al ser preguntado por los retos que presenta en brexit en Irlanda del Norte.

Después de esta jornada de reuniones, el Ejecutivo de Belfast iniciará sus contactos con el ministro británico para la región, Julian Smith, para abordar los detalles del paquete financiero que destinará Londres.

Algunos observadores estiman que podría ser de hasta 2.000 millones de libras (unos 2.300 millones de euros), pero, al ser preguntado al respecto, el “premier” británico no quiso ayer hablar de cifras concretas. - Efe