La inflación de la eurozona se mantuvo prácticamente estable en abril, con un 7,5 % interanual, lo que supone una décima más que el dato observado en marzo, según la estimación preliminar difundida este viernes por la oficina de estadística comunitaria Eurostat.

Además, supone el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica.

Según la oficina estadística comunitaria, la escalada de los precios de la zona euro en el cuarto mes de 2022 responde a la subida interanual del 9,2% del coste de los alimentos frescos, frente al 7,8% del mes anterior.

Mientra, la energía repitió en el cuarto mes del año como principal factor del incremento de los precios, aunque por primera vez este año su tasa de crecimiento es menor a la registrada en el mes anterior: del 44,4 % de marzo se redujo hasta el 38 % en abril.

A su vez, los servicios se encarecieron un 3,3% interanual, frente al 2,7% del mes anterior, mientras que los precios industriales no energéticos subieron un 3,8%, cuatro décimas más que en marzo.

Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se ha situado en abril en el 4,2%, frente al 3,4% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente alcanzó un máximo histórico del 3,5% desde el 2,9% correspondiente a marzo.

Entre los países de la UE, las mayores subidas de los precios se registraron en Estonia (19%), Lituania (16,6%) y Letonia (13,2%), mientras que las subidas menos fuertes correspondieron a Malta (4,9%), Francia (5,4%) y Finlandia (5,6%).

En el caso del Estado español, la tasa de inflación armonizada se situó en abril en el 8,3%, frente al 9,8% de marzo, reduciendo a ocho décimas diferencial de precios desfavorable respecto de la media de la eurozona.