Si por algo resulta especial la Behobia-San Sebastian es por el ambiente que se crea a lo largo de los 20 kilómetros gracias a las miles de personas que llenan el recorrido animando a los corredores. Todo un espectáculo de gritos de ánimo y aplausos. Entre todos estos animadores, hay uno que destaca y que se ha convertido en un clásico de la carrera. Se trata del pirata, que saluda el paso de los atletas populares –antes en los toboganes de Lezo y ahora en la bajada de Gaintxurizketa, alrededor del kilómetro ocho– vestido con un gorro y con dos banderas: una ikurriña y una enseña pirata. Todo ello acompañado de buena música.

Quien está detrás de este personaje tan popular es Jaime Alzugaray, un donostiarra nacido en el barrio de Egia y que vive ahora en Bidebieta. Rockero a tope –como rápidamente se intuye por su forma de vestir–, es de perfil discreto, así que todo el jaleo mediático le pilla a contrapié, aunque cumple con amabilidad tanto con el periodista como con el fotógrafo. Por si había alguien que no lo conocía, la propia organización de la Behobia se ha encargado este año de lanzarlo de forma definitiva a la fama, con una temática basada en el mundo pirata. La camiseta y la medalla tienen dibujado un mapa del tesoro y el lema de la prueba es En busca de la Behobia, haciendo un juego de palabras con la búsqueda del tesoro.

Algunos atletas se paran a sacarse fotos conmigo. A veces se hace cola y todo.

Jaime Alzugaray - Pirata de la Behobia-San Sebastián

“Primero empecé a correr”, comienza a contar Alzugaray: “Disputé la prueba cuatro años, de 1988 a 1991, y luego ya dejé de correr”. Pasó entonces a otra faceta, la de ir de espectador, tal y como relata: “Llevo animando desde 1992. Los primeros años fui a Gaintxurizketa con mis padres. Veíamos la carrera, luego íbamos al monte, por Oiartzun o así, y luego a comer. Era el plan del día. Luego mis padres dejaron de ir y unos años fui solo. Iba con coche y ponía la música con unos bafles pequeños que tenía. A los corredores les llamaba la atención y empezaron a hablar de ese zumbado”.

Jaime Alzugaray, con la bandera pirata. Arnaitz Rubio

La creciente popularidad del pirata llegó a oídos del CD Fortuna, organizador de la carrera, que empezó a ponerle un potente equipo de música, así que la marquesina de autobús en plena bajada de Gaintxurizketa ya es uno de los principales atractivos de la Behobia. Alzugaray se coloca ahí junto con una amiga, Pili. Al principio, ésta acudía con sus dos sobrinos y entre los cuatro cortaban kilos de naranja que repartían a los atletas. “Era una manera de implicar a los chavales, pero ahora ya no damos naranjas. Eso sí, seguimos Pili y yo”.

Fotos con los atletas

Dice el pirata que los corredores ya le reconocen. “Algunos se paran a sacarse fotos. Es un poco locura, pero no quiero quedar mal con nadie. A veces se hace cola y todo”, se ríe, reconociendo que su discreta personalidad tiene que dejarla a un lado el día de la Behobia.

La temática pirata surgió porque es una figura “también muy habitual en conciertos”: “Llevo una ikurriña que tiene un montón de años, una bandera pirata y el gorro”. Se nota en la referencia a los conciertos su pasión por la música: “Me gusta mezclar el deporte y la música. Soy rockero, pero me gustan más estilos”.

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Las mejores imágenes de la Behobia-San Sebastián Patxi Cascante

Lo que más le gusta a Alzugaray de la Behobia-San Sebastián es “el ambiente popular y festivo que se creaÉl mismo ha sido siempre muy deportista: “Me gusta mucho el remo y de chaval estuve en Urki. En su momento, con la excusa de la Behobia, empecé a correr y todos los días, de lunes a viernes, me hacía trece o catorce kilómetros. Daba igual que lloviera, granizara o hiciera calor. Ahora voy al polideportivo, pero solo entre semana, porque el fin de semana está para otra cosa, como ir a conciertos”. Lo que no le seduce es volver a disputar la Behobia: “No, no. Es más cómodo ir al polideportivo que salir a correr”.

Comenta el pirata que la camiseta fue idea de Luanvi (la marca que hace las prendas de la Behobia): “Quisieron hacer algo con la temática pirata. Me llamaron para hacer un vídeo, salgo al final en plan cameo”. Lo que sí quiere es quedarse “con alguna camiseta” como recuerdo. El boom de este año hace que su presencia ya sea imprescindible: “El look no lo cambio, es como un icono de la carrera, ¿no? Hasta en el programa sale la zona del pirata. No puedo fallar, pero me gusta. Me conoce todo Dios”.