El Baskonia continúa intratable en la Euroliga con Dusko Ivanovic y ante el Barcelona sumó su victoria más contundente desde que llegó el técnico montenegrino gracias a una primera parte brillante en ambos lados de la cancha en la que los alaveses, pese a las ausencias y el cansancio acumulado tras jugar dos prórrogas el domingo, dieron su mejor versión de la temporada. Con vértigo, acierto ofensivo, intensidad, confianza y, por qué no decirlo, una versión gris del Barça, los alaveses arrollaron al su rival durante los primeros 20 minutos y establecieron una ventaja de 26 puntos al descanso que les permitió llevarse el triunfo sin apuros e incluso soltarse y divertirse en el último cuarto.

Dusko Ivanovic, que no pudo contar con Vanja Marinkovic por un proceso gripal, alineó de inicio un quinteto formado por Miller-McIntyre, Howard, Sedekerskis, Díez y Costello. Con ellos en cancha, el encuentro comenzó a un ritmo trepidante de anotación, con Da Silva, autor de 10 puntos en los primeros cuatro minutos, liderando las operaciones en el conjunto culé, mientras que en el Baskonia se repartían la anotación Costello, Tadas y Howard, que dio el susto con una torcedura de tobillo, pero pudo continuar. Después del 10-12, obra de Da Silva, llegaron cinco puntos consecutivos de un entonado Miller-McIntyre y un triple de Howard para encadenar un parcial de 11-0 con el que establecieron una ventaja cercana a los diez tantos que lograron mantener hasta el final del primer cuarto (26-18) gracias a una cierta mejoría defensiva.

La entrada de Moneke al comienzo del segundo le dio una inyección de energía a los alaveses y, aprovechando la fragilidad defensiva de Jabari Parker en las transiciones, logró con dos canastas consecutivas estirar la ventaja hasta los 14 tantos. El Barcelona, lejos de reaccionar, siguió errando estrepitosamente desde el perímetro y mostrándose inconsistente en defensa frente a un Baskonia mucho más centrado que, en vez de conformarse con los réditos obtenidos, no soltó el pie del acelerador y castigó en transición siempre que tuvo la oportunidad de correr la cancha. A ello hay que sumarle el acierto exterior de los locales, que encontraron buenas situaciones y con triples de Moneke, Chiozza, Sedekerskis o Howard sin respuesta en el lado contrario de la cancha ampliaron progresivamente la brecha hasta los 26 puntos de diferencia con los que se llegó al descanso (55-29), cerrando así la mejor primera parte baskonista de lo que va de curso y poniendo el choque muy de cara.

Final para disfrutar

La distancia era cómoda, pero el arranque de la segunda parte recordó a los alaveses que no conviene relajarse ante uno de los mejores equipos de Europa. Regresaron de vestuarios demasiado centrados en buscar a Howard en ataque y permitieron un rápido parcial de 0-7 favorable a los catalanes liderados por el despertar de Laprovittola. Respondió Howard con un triple, pero el Barça, tras encadenar al fin varias canastas en ataque, elevó su acierto desde el triple y con dos dianas seguidas de Satoransky y Abrines se situó a solo 16 puntos (60-44) con todavía 15 minutos por disputarse. Afortunadamente, el cuadro azulgrana reaccionó tras el tiempo muerto de Dusko Ivanovic y, pese a que no recuperó el nivel de la primera parte, logró al menos que su renta no siguiera esfumándose y con un buen trabajo atacando la zona rival se llegó al cuarto decisivo con un todavía cómodo 70-53.

Si el combinado culé conservaba todavía alguna esperanza de remontar, esa opción desapareció nada más arrancar el último parcial, ya que un espectacular mate de Sedekerskis y una canasta de Howard dejaron el duelo visto para sentencia con el 74-53 a nueve minutos del final. A partir de ahí, el Buesa Arena se convirtió en una fiesta de la que también disfrutaron los jugadores en su noche más feliz del que hasta ahora está siendo un curso convulso. Howard se lució con sus particulares tiros exteriores e incluso Miller-McIntyre, impecable durante todo el partido en ataque y defensa se quitó el mono de trabajo y se sumó al show con dos triples lejanos y un precioso alley oop con Moneke.

La guinda la puso Khalifa Diop, que regresó tras casi un mes de baja y pudo disputar los dos últimos minutos del choque. Hará falta que entre poco a poco en la rotación de un equipo que ha recuperado la ilusión.