La NBA Cup se ha convertido en una alternativa para desempolvar las vitrinas de las franquicias de la NBA. Es el caso de los New York Knicks, que 52 años después volvieron a levantar un título. El conjunto dirigido por Mike Brown se impuso por 124-113 a los San Antonio Spurs con un Jalen Brunson que fue proclamado MVP del torneo.

Con esta conquista en la tercera edición de la competición, los Knicks, una de las franquicias históricas de la NBA, suceden en el palmarés a los Los Angeles Lakers y a Milwaukee Bucks, campeones de 2023 y 2024, respectivamente.

No fue un camino de rosas para los pupilos de Brown, que a dos minutos de la conclusión del tercer cuarto contemplaban un peligroso 81-92 en el marcador de Las Vegas. Pero fue entonces cuando llegó una arrolladora reacción con un parcial de 43-21 que devolvió a la franquicia neoyorquina a la senda de los éxitos tras la liga conquistada en 1973.

Brunson, muy vigilado pero MVP

OG Anunoby fue el hombre más importante a nivel anotador de los Knicks, autor de 28 puntos y 9 rebotes. Si bien, Jalen Brunson terminó como mejor jugador de la NBA Cup. En la noche que determinó al campeón, Brunson fue especialmente vigilado y su estadística anotadora descendió considerablemente respecto a los dos duelos anteriores. En los cuartos de final contra los Toronto Raptors aportó 35 puntos, mientras que en las semifinales, ante los Orlando Magic, la cifra creció hasta los 40 puntos. En el duelo decisivo su récord se quedó en 25 puntos y 8 asistencias.

“OG Anunoby, Tyler Kolek, Jordan Clarkson y Mitchell Robinson se dejaron la piel esta noche. Sin ellos, no hubiésemos ganado esta mierda, no hubiésemos ganado esto. Lo dejaron todo en la cancha”, celebró Brunson una vez denominado mejor jugador del torneo de la NBA.

Todos ellos protagonizaron interesantes aportaciones. Robinson, por ejemplo, fue crucial en la segunda mitad del encuentro. Entró debido a la asistencia médica recibida por Karl-Anthony Towns y atrapó 15 rebotes, una decena de ellos en el apartado ofensivo, lo que permitió a los Knicks de gozar de segundas oportunidades de cara al aro. Towns cerró el encuentro con 16 puntos y 11 rebotes, mientras que Clarkson y Kolek aportaron 15 y 14 puntos, respectivamente.

Los Spurs echaron de menos a Wembanyama

Los San Antonio Spurs acudieron a la final con aires de grandeza, tras endosar en semifinales a los Oklahoma City Thunder su segunda derrota de la temporada después de una racha de 16 encuentros sin perder. Una ronda antes apearon a Los Angeles Lakers de la competición. Si bien, los Spurs volvieron a contar con la delicada situación de Victor Wembanyama, recién recuperado de una lesión que le mantuvo apartado un buen puñado de partidos y que volvió a comenzar en el banquillo.

El técnico Mitch Johnson repitió la estrategia empleada contra los Thunder, pero en esta ocasión Wembanyama no logró ser determinante como en la cita anterior. El francés anotó 18 puntos y firmó 6 rebotes. Llegó a impulsar en el tercer cuarto a los suyos, con 10 puntos anotados de manera consecutiva, pero en el último cuarto se echó en falta su mejor versión para aplacar el temporal impuesto por los Knicks, que tras ir a remolque en el marcador lograron revertir la situación cuando más se necesitaba.

En el apartado individual, Dylan Harper se elevó como máximo anotador de los Spurs con 21 puntos y 7 rebotes, mientras que Stephon Castle logró15 puntos, 12 asistencias y 7 rebotes, y De'Aaron Fox se quedó en 16 puntos y 9 asistencias.

Cabe destacar que además de la gloria deportiva, cada integrante de la plantilla de los campeones se embolsará un premio de 530.000 dólares. En el caso de los subcampeones la cifra es de 212.000 por cada miembro.