Pamplona. No ha empezado bien la segunda vuelta liguera para el Amaya Sport San Antonio. Tras completar un primer giro ejemplar que le valió para concluir en la cuarta plaza y erigirse en el equipo revelación, el conjunto navarro ha encajado tres derrotas consecutivas -en la cancha del Cuenca, donde sólo han ganado dos equipos, y contra Valladolid y Granollers, dos rivales punteros, en Pamplona-, una racha negativa a la que pretende poner fin esta misma tarde (18.30 horas) en el partido de ida de los octavos de final de la Recopa de Europa que le mide en el Universitario al Izvidac bosnio.

La victoria se convierte en objetivo prioritario para las huestes de Juanto Apezetxea que, no obstante, también aspiran a conquistar una renta considerable de goles que les permita afrontar con la mayor tranquilidad posible el choque de vuelta, programado para el sábado de la semana próxima en tierras bosnias -aunque en una localidad muy cercana a Croacia-. Y es que está en juego el pase a los cuartos de final de la Recopa de Europa.

Pese a las tres derrotas consecutivas encajadas, el Amaya Sport alcanza la cita de esta tarde con la moral casi intacta. Conocedor de sus limitaciones, el bloque navarro quiere utilizar la competición continental como punto de inflexión, en lo referente a los resultados, pero también con respecto al juego exhibido en sus tres últimos compromisos, en los que a, a juicio de su técnico, Juanto Apezetxea, "perder entraba dentro de las posibilidades" por la entidad de sus oponentes.

Para la importante cita europea de hoy, el entrenador navarro puede contar con la totalidad de los componentes de su plantilla, a excepción de Santi Urdiales -se lesionó el pasado miércoles en el partido que disputaron los antonianos en Cuenca- y con Javier Borragán con uno de sus hombros bastante fastidiado -aunque jugará, según confirmó ayer el preparador del Amaya Sport-.

un rival balcánico Aunque no demasiado conocido en el panorama internacional, pese a ser un asiduo de las primeras rondas de los torneos continentales durante los últimos cursos -hace cinco temporadas disputó la Champions-, Juanto Apezetxea tiene datos más que suficientes para considerar al Izvidac como un rival al que será complicado doblegar. "He podido ver tres vídeos de los bosnios y son un equipo de nuestro perfil: con gente joven y muy rápida. Tiene el clásico estilo de juego balcánico, con una defensa abierta (3/2/1) muy agresiva, con mucha velocidad en el contragolpe y un central que es el verdadero líder del equipo en ataque".

Por todo esto, el técnico antoniano considera que sus jugadores no pueden salir relajados. "Necesitamos una buena renta, sobre todo porque jugamos la vuelta en su pista, que es una cancha complicada -con capacidad para 5.000 espectadores-. Lo que ocurre es que en Europa nunca sabes cuándo tienes una buena diferencia porque los arbitrajes varían mucho de jugar en casa a hacerlo fuera".

Apezetxea resta importancia a las tres últimas derrotas que han encajado su equipo porque "creo que, después de nuestra gran primera vuelta, se nos han empezado a comparar con el Portland y a estos jugadores de momento sólo se les puede pedir entrega". Por ejemplo, hoy.