El proceso de reparación a las víctimas en Navarra de abusos sexuales en el entorno de la Iglesia católica se está empezando a construir con la nueva postura del Arzobispado, debido a la llegada al cargo de Florencio Roselló, y también con la receptividad y el cambio de paradigma por parte de algunas de las órdenes religiosas que arrastran casos de pederastia a sus espaldas. Sin embargo, hay otras compañías como Reparadores y Maristas que siguen sin dar pasos adelante. Ahora bien, aunque no exista una única hoja de ruta para llevar a cabo dicha reparación, lo cierto es que la orden de Salesianos ya fue la primera que llevó a cabo dos reparaciones económicas en la Comunidad Foral por dos casos de distintos profesores que ejercieron en el colegio de Pamplona. Y a ellos se ha unido la congregación de Jesuitas que recientemente ha llegado a un acuerdo indemnizatorio a favor de un hombre que fue victima de pederastia en el colegio de Tudela en los años 70. La cantidad en este último caso es acorde al dinero que están recibiendo víctimas similares en otros países europeos. Se trata del primer episodio que sería reconocido por los Jesuitas en Navarra, donde arrastran hasta denuncias contra varios exprofesores que ejercieron tanto en Pamplona como en Tudela en los años 60 y 70. La indemnización económica forma parte de un largo proceso de Justicia restaurativa en el que la víctima y el colegio han querido participar para cerrar las heridas causadas. Así, en uno de los últimos episodios en junio, desde el equipo de Entorno Seguro de la Compañía de Jesús se le comunicó a la víctima, un navarro que reside ahora en Madrid, a través de una carta el ofrecimiento económico y la petición de perdón. “Esperamos que estas letras no impliquen remover e incomodar, sino más bien que puedan ir ayudando en el proceso de reparación tan necesario. El proceso de reparación moral y material de abusos cometidos por Jesuitas está inspirado entre otros principios por el de revisión individual de la situación de cada persona, garantizando una reparación justo que se adapta a cada caso. Hemos querido hacer esta revisión al considerar algunos aspectos que nos parecía necesario incluir en la reparación”. Por tal motivo, la compañia entiende que procede entregar la cantidad con “el deseo de hacer Justicia”.

La víctima de estos abusos explica que la postura de la congregación ha dado un giro copernicano a lo largo de todo este proceso. Entró al colegio a los 11 años y estuvo a lo largo de cuatro cursos, donde el portero del colegio, el hermano Ulacia, le violó y le sobó por todos los costados. Pese a que en 2008 lo había denunciado ante la propia orden, se encontró entonces con el silencio por respuesta y una actitud nada edificante. Tras formular su denuncia pública hace varios años y ser reconocido como víctima por parte de la comisión específica del Gobierno de Navarra, el afectado inició a través de la Oficina de Víctima un proceso de Justicia Restaurativa con la compañía de Jesús. “Ha sido un proceso emocionante, con perdón y reparación. Todavía no ha terminado el proceso, pero ha sido gratificante y creo que por fin puedo reconocer que los jesuitas han hecho el ejercicio de contrición y de penitencia que estuve demandando durante tantos años después de sufrir los abusos y la ocultación de los mismos”, declara la víctima.

Las 11 víctimas de El Puy de Estella se cansan de esperar

La Asociación de Víctimas de Abusos (AVA) de Navarra ha acompañado en el proceso a la víctima de abusos sexuales en Jesuitas de Tudela durante la década de los 70 y se muestra feliz de la respuesta de la orden. Sin embargo, lamentan que en otras instancias no se esté actuando del mismo modo. Así, los asociados de AVA, la mayoría vinculados al colegio diocesano El Puy de Estella, donde se computan 11 víctimas, sienten que la Conferencia Episcopal está aletargando el proceso de posibles reparaciones e indemnizaciones. Y es a ella a quien le corresponde hablar en este caso, pues dicho colegio era de su plena competencia. Así, pese a que han tenido contactos frecuentes con el arzobispo Roselló, la respuesta se de-mora meses y los expertos del plan Priva, creado por la Conferencia Episcopal para reconocer a víctimas, quieren estudiar cada demanda de forma individual. Y ello pese a que estas víctimas del colegio estellés, que sufrieron los abusos y malos tratos del primer director del centro, José San Julián, han declarado en innumerables instancias oficiales como el Defensor del Pueblo, la Oficina de Víctimas, o juzgados....